#EscritoresMexicanos
Llamar al pan y que aparezca sobre el mantel el pan de cada día… darle al sudor lo suyo y darle al… y al breve paraíso y al infierno y al cuerpo y al minuto lo que pid…
Entre la tarde que se obstina y la noche que se acumula hay la mirada de una niña. Deja el cuaderno y la escritura todo su ser dos ojos fijos.
Doblo la página del día, escribo lo que me dicta el movimiento de tus pestañas. Mis manos abren las cortinas de tu ser
Con un trapo y un cuchillo contra la idea fija Contra el toro del miedo Contra la tela contra el vacío el surtidor
Deja que una vez más te nombre, ti… Mi tacto se prolonga en el tuyo sediento, largo, vibrante río que no termina nunca,
EL SOL dentro del día El frío dentro del sol. Calles sin nadie autos parados Todavía no hay nieve
EN su tallo de calor se balancea La estación indecisa Abajo Un gran deseo de viaje remueve Las entrañas heladas del lago
En un poema leo: conversar es divino. Pero los dioses no hablan: hacen, deshacen mundos mientras los hombres hablan.
Edades de fuego y de aire Mocedades de agua Del verde al amarillo Del amarillo al rojo Del sueño a la vigilia
Cielo que gira y nube no asentada sino en la danza de la luz huidiza… cuerpos que brotan como la sonrisa de la luz en la playa no pisada. ¡Qué fértil sed bajo tu luz gozada…
Hay un árbol inmóvil hay otro que avanza un río de árboles golpea mi pecho Es la dicha
Atrás el cielo, atrás la luz y su navaja, atrás los muros de salitre, atrás las calles que dan siempre a… Atrás mi piel de vidrios erizados,
Al natural, en cápsulas, abiertas o cerradas, ya desalmadas, Elvira y doña Sol; en cada cuna Eros y leche: digestión pacífica
El nombre Sus sombras El hombre La hembra El mazo El… La i…
Aquel joven soldado era sonriente y tímido y erguido como un joven durazno. El vello de su rostro se doraba con el rubor de los duraznos