#EscritoresMexicanos
Quieta en mitad de la noche no a la deriva de los siglos no tendida clavada
La poesía es conocimiento, salvación, poder, abandono. Operación capaz de cambiar al mundo, la actividad poética es revolucionaria por naturaleza; ejercicio espiritual, es un método de ...
A través de la noche urbana de pie… entra el campo a mi cuarto. Alarga brazos verdes con pulseras… con pulseras de hojas. Lleva un río de la mano.
Como tras de sí misma va esta líne… por los horizontales confines pers… y en el poniente siempre fugitivo en que se busca se disipa —como esta misma línea
Edades de fuego y de aire Mocedades de agua Del verde al amarillo Del amarillo al rojo Del sueño a la vigilia
Y las sombras se abrieron otra vez y mostraron su cuerpo: tu pelo, otoño espeso, caída de ag… tu boca y la blanca disciplina de tus dientes caníbales,
Si decir No al mundo al presente hoy (solsticio de invierno) no es decir Sí
Tal sobre el muro rotas uñas graba… un nombre, una esperanza, una blas… sobre el papel, sobre la arena, es… estas palabras mal encadenadas. Entre sus secas sílabas acaso
Pulsas, palpas el cuerpo de la noc… verano que te bañas en los ríos, soplo en el que se ahogan las estr… aliento de una boca, de unos labios de tierra.
Nombras el árbol, niña. Y el árbol crece, lento y pleno, anegando los aires, verde deslumbramiento, hasta volvernos verde la mirada.
La tinta verde crea jardines, selv… follajes donde cantan las letras, palabras que son árboles, frases que son verdes constelacion… Deja que mis palabras, oh blanca,…
Déjame, sí, déjame, dios o ángel,… Déjame a solas, turba angélica, solo conmigo, con mi multitud. Estoy con uno como yo, que no me reconoce y me muestra mi…
Entre la noche y el día hay un territorio indeciso. No es luz ni sombra: es tiempo. Hora, pausa precaria,
Si tú eres la yegua de ámbar yo soy el camino de sangre Si tú eres la primer nevada yo soy el que enciende el brasero… Si tú eres la torre de la noche
Bajo el cielo fiel Junio corría arrastrando en sus aguas dulces fe… ardientes horas en la luz deshecha… frutos y labios que mi sed asía. Sobre mi juventud Junio corría: