Entre la noche y el día hay un territorio indeciso. No es luz ni sombra: es tiempo. Hora, pausa precaria,

Dentro de un sueño estaba empareda… Sus muros no tenían consistencia ni peso: su varío era su peso. Los muros eran horas y las horas fija y acumulada pesadumbre.

Se mece aérea se desliza entre ramas troncos postes revolotea perezosa

Amanecemos piedras. Nada sino la luz. No hay nada sino la luz contra la luz. La tierra: palma de una mano de piedra.

El libro el vaso el verde obscuramente tallo el disco lecho de la bella durmiente la mús…

Como una madre demasiado amorosa,… ahoga, como una leona taciturna y solar, como una sola ola del tamaño del m… ha llegado sin hacer ruido y en ca…

RÁFAGAS turquesa loros fugaces en parejas Vehemencias el mundo llamea Un árbol

A través de la noche urbana de pie… entra el campo a mi cuarto. Alarga brazos verdes con pulseras… con pulseras de hojas. Lleva un río de la mano.

En el centro del mundo del cuerpo del espíritu la grieta el resplandor No En el remolino de las desaparicion…

Si decir No al mundo al presente hoy (solsticio de invierno) no es decir Sí

Sobre el estante, entre un músico Tang y un jarro de… incandescente y vivaz, con chispeantes ojos de papel de p… nos mira ir y venir

La noche de ojos de caballo que ti… la noche de ojos de agua en el cam… está en tus ojos de caballo que ti… está en tus ojos de agua secreta. Ojos de agua de sombra,

Pequeño sol quieto sobre la mesa, fijo mediodía. Algo le falta: Noche.

Canta en la punta del pino un pájaro detenido, trémulo, sobre su trino. Se yergue, flecha, en la rama, se desvanece entre alas

CORRE y se demora en mi frente lenta y se despeña en mi sangre la hora pasa sin pasar y en mí se esculpe y desvanece Yo soy el pan para su hambre