#EscritoresMexicanos
EN UN land-rover averiado en mitad del campo llovido. Árboles con el agua al cuello bajo un cielo recién nacido y blancos pájaros flemáticos,
Quieto no en la rama en el aire No en el aire en el instante
Habla deja caer una palabra Buenos días he dormido todo el inv… Habla Una piragua enfila hacia la luz Una palabra ligera avanza a toda v…
Nubes a la deriva, continentes sonámbulos, países sin substancia ni peso, geografías dibujadas por el sol y borradas por el vient… Cuatro muros de adobe. Buganvilla…
Río cinturón de paisajes ahogados Ciudad o Mujer Presencia Abanico que muestras y ocultas la… Bella como el motín de los pobres Tu frente delira pero en tus ojos…
Verdes y negras espesuras, parajes… río vegetal en sí mismo anudado: entre plomizos edificios transcurr… y allá, donde la misma luz se vuel… y la piedra quiere ser sombra, se…
En el centro del mundo del cuerpo del espíritu la grieta el resplandor No En el remolino de las desaparicion…
Como el aire hace y deshace sobre las páginas de la geología, sobre las mesas planetarias, sus invisibles edificios:
Devora el sol restos ya inciertos; el cielo roto, hendido, es una fos… la luz se atarda en la pared ruino… polvo y salitre soplan sus desiert… Se yerguen más los fresnos, más de…
Inmóvil en la luz, pero danzante, tu movimiento a la quietud que crí… en la cima del vértigo se alía deteniendo, no al vuelo, sí al ins… Luz que no se derrama, ya diamante…
Dentro de un sueño estaba empareda… Sus muros no tenían consistencia ni peso: su varío era su peso. Los muros eran horas y las horas fija y acumulada pesadumbre.
Tendida y desgarrada, a la derecha de mis venas, muda; en mortales orillas infinita, inmóvil y serpiente. Toco tu delirante superficie,
Sima siembra una piedra en el aire La piedra asciende Adentro
el comienzo el cimiento la simiente latente la palabra en la punta de la lengu…
En l patio un pájaro pía, como el centavo en su alcancía. Un poco de aire su plumaje se desvanece en un viraje. Tal vez no hay pájaro ni soy