#EscritoresChilenos
Se descolgó el silencio, sus atroces membranas desplegadas… murciélago anterior al diluvio, su canto como el cuervo de la nega… Tu boca ya no acierta su alimento.
Su frente de viejo ermitaño parece el desierto de todo lo anta… En ella han carpido la hora y el a… lo siempre empezado, lo siempre co… lo vago, lo ignoto, lo iluso, lo e…
Me veo aún, asegura de la mano de… liviana, livianísima, como sobrevo… Me perseguía un viento negro de cu… Volaban por el aire mis camelias d… Y con horrible estruendo se abrier…
¡Y el trino vuela, en mi temblor se posa como un perfume en medio de la ros… que es de la niña Lola y de su esc… Y soy un niño en la canción que su…
1-Va cerrando sus párpados la noche y el naufragio viene despeñándose como un río, tormentoso y sin fin… 2- Débil pájaro herido, el alma corre azotándome contra las piedras en su propi...
Me encojo en mi guarida; me atrinc… bienes. Yo, que aspiraba a ser arrebatada… huracán de fuego antes de convertirme en un bostezo…
...El coche se hamacaba rezongando… un galerón enfático, enorme, funer… Cuatro tapaos con pinta de muerte… tironeaban seis miedos y un valor… Junto a los postillones jineteaba…
Lejos, de corazón en corazón, más allá de la copa de niebla que… del vértigo, siento el redoble con que me convo…
1-Grande oleaje, a la hora de los musgos, apaga tú también los faros delirantes. 2-Retira de mí esos símbolos con que me acoges y devoras en silencio. 3- A los densos naufragios del e...
Si la casualidad es la más empeños… alguna vez podremos interrogar con… que tendieron un puente desde tu d… y cerraron de golpe las bocas del… Cambiaremos panteras de diamante p…
Fieros tenía sus ojos y ronca y mansa la voz; finas imaginaciones y plebeyo el corazón. Su madre, como sencilla,
Yo venía rosada de fresca adolesce… por la campiña verde, bajo el azul… Yo venía cantando mi sana floresce… con el cristal sonoro de mi cándid… Yo venía rosada. Yo venía fragant…
No es en este volcán que hay debaj… donde te busco, ni es esta espuma azul que hierve… cabeza, sino en esas regiones que cambian…
Son apenas dos piedras. Nada más que dos piedras sin inscr… recogidas un día para ser sólo pie… Aun menos que reliquias, que testi… Rodaron hasta mí desde las dos ver…
Desde el fondo del alma me sube un sabor de pitanga a los labios. Tiene aún mi epidermis morena no sé qué fragancias de trigo empa… ¡Ay, quisiera llevarte conmigo