Alabanza
Antes feliz en tu presencia, corazón contrito lloraba, en amor eterno gozaba, sin ver alguna decadencia. Ahora existo sin vivir,
1. Amores de papel, en este orden universal: importa más la piel, y deja el sentir atrás; alumbrando luz con oscuridad.
Vida me ha hecho nada, sin carga en la espalda, ¿qué peso a temer?, nada por quejarse, por todo agradecer.
No sé si quiero escribir, pero real, me siento mal, ¿por qué lo he de negar?, ¿por qué me he de mentir? Yo pensar en nada quiero,
El invierno me acogió, miserable a como soy, me detesto y aborrezco porque nada me merezco; mucho menos ser feliz,
Bebé me tuviste, bebiendo en tu pecho, disfrutando lo eterno, alegre y triste. Creciendo me tienes,
1. ¡Oh buen maestro! Jesús, mi sepulcro, mi vida, mi sostén, mi todo y mi señor; quiero amarte, servirte, alabarte. 2. Mi altísimo cristo,
¡Malamente pensaba!, realmente confundido, descanso en ningún lado hallaba, pero allá oscurecido tu fuego estaba;
En sol íntegro, impureza oculta, fornicación encogida, mal hablar callado. En luz habitemos,
Diversas las maneras, cualquiera sea tu caso, en dar gloria sin igual, sea sentado o caminando, en el templo o en el campo,
Padre deseo estar contigo, de rodillas ante ti, disfrutando tu presencia, maravillado en vivir. Y este deseo flamante,
Me sacaste de Egipto, gran maestro divino, Tú me has proveído, nada me ha vencido. Estoy aquí, por ti,
Para la cruel ansiedad, el más lento despertar, piensa en tu amada Pobreza. Hundido en la Noche Oscura, en santo desprendimiento,
Todo es bueno al que ama, Francisco incluso a la muerte reci… siempre te contemplaba, tu ley obedecía, y en todas tus criaturas te veía.
¿Cómo expando tu reino a mi hermano el pobre, que todo ha perdido y de ti se ha ofendido? Si tu me has consentido