por obra y omisión
A nuestros egos insaciables les hace falta un escarmiento tal vez un nuevo ordenamiento que incluya menos variables. En esta sociedad insociable,
Es la cúspide del concepto, puede que el primer principio gerundivo participio, origen de los preceptos, es el futuro intercepto
¡Ya no nos quedan caminos! Con la cordura enclaustrada, la voluntad cercenada, un pensamiento mezquino torna el semblante cetrino.
La lógica y la razón, entre dogmas y doctrinas, son palabras anodinas, cuando por imposición, soslayas la erudución
Escribo, sin saber porqué, pero persisto y escribo, con el pie presto al estribo de ese imperioso corcel que va emborronando el papel
¿quién no soporta al crítico? ¡el político! ¿quienes son los más mangantes? ¡los gobernantes! ¿quién del embuste es un artista?
La acción puede ser atroz siendo la intención pura y la palabra muy dura aunque dulce sea la voz. Ya está sufriendo temor
Con el vaiven de las olas meciéndose en lontananza, absorto pasa las horas, así recobra esperanzas, como avezado serviola
Bécquer en su glorieta, desgrana la flor del lirio. Amor no correspondido, mas que gozo, es un martirio. Entre umbrías arboledas
Tenaz la abeja bajo un sol abrasador sigue haciendo miel ágil y eficaz da vida a la colmena
La Híspalis teosófica creó su tratado de Dios, con crudeza dramática idealización mistica y un ritual apologeta
¿Mejor, callar lo que pienso? ¿podría lamentarlo después? Sin reproches ni porqués voy a otorgar el dispenso, —aun pasando por menso—
Viviendo estoy de limosnas de cariño que me das. Al pedirte algo más que desabridas lisonjas, me ofreces sólo toronjas
Mi pasado se esfumó tras los pasos que ayer di. El presente, vive aquí, va caminando conmigo y al voltear aquella esquina,
Sin saber dónde me meto, traspaso el umbral sombrío y dejo mi verso desnudo en manos del albedrío. Me apasiona el desafío