(1928)
#Españoles (Líquenes 1928)
Ella había nacido para el mar. Las curvas de su espalda, desde muy pequeñita, tenían cumpleaños de olas. Se despertaba
Fue en tu pequeña mano, en el mar de una mano, donde sembré mi vida como un árbol. Tus dedos, nuestros dedos,
Cuando el hielo le gane la partida a la hoguera en que ardo, cuando ya sea mito mi existencia, enterradme en los bordes de la mar… donde sigan las olas defendiendo
Nadie se acuerda ya de la Gran Gu… y aún tienen los ríos su largo bra… y los ojos saltados los puentes y corazones ortopédicos los hombre… Sólo tú, yo y aquel sueño polar de…
A cara o cruz he lanzado a la mar una moneda; salió cuna y nací yo: cuna o concha es La Gomera. Súbete al roque más alto,
Tú misma un día escribirás tu hist… Islas que tienen de coral el beso y las raíces, pirámides de sombra y nidos de volcanes, te dibujan —gemelas de tus altos miradores—
Basta de ser colillas apagadas del cenicero de los mares. Ombligos de la sed, sólo un placer de humanidad nos pu… Vivimos como ardemos y pensamos,
¿Y puede ser este solar mendigo, lleno de calles harapientas, la plaza en la que estuvo el banco aquel, en que el hogar de… el amor puso la primera piedra?
Hacia arriba tus días trepadores, tus prisas cenitales, tus montañas escaladoras de águilas y nubes. Hacia arriba tus cerros, con sus verdes espuelas, sus moren…
Hoy me acerco a vosotros con trist… El color de madrigal de mi frente, mi alegría de cabellera despeinada… no alimentan ocasos violetas ni pestañas de luto
Dime tú, mar, ahora ¿a qué naranja he de tender mi frente? ¿Debo arrancar de cuajo tus arenas… golpear tus rumores, escupir tus espumas,
Ahora sí que estamos en capilla. Ningún juez ha firmado la sentenci… para dejar de ver el rostro de los… los cabellos del aire, los pies de las montañas.