No rechaces los sueños por ser sue… Todos los sueños pueden ser realidad, si el sueño no se ac… La realidad es un sueño. Si soñam… que la piedra es la piedra, eso es…

No, no me basta, no. Ni ese azul en delirio celeste sobre mí, cúspide de lo azul. Ni esa reiteración

Sí, por detrás de las gentes te busco. No en tu nombre, si lo dicen no en tu imagen, si la pintan. Detrás, detrás, más allá.

Yo no necesito tiempo para saber cómo eres: conocerse es el relámpago. ¿Quién te va a ti a conocer en lo que callas, o en esas

Te busqué por la duda: no te encontraba nunca. Me fui a tu encuentro por el dolor. Tú no venías por allí.

Tersa, pulida, rosada ¡cómo la acariciarían, sí, mejilla de doncella! Entreabierta, curva, cóncava, su albergue, encaracolada,

Tú no puedes quererme: estás alta, ¡qué arriba! Y para consolarme me envías sombras, copias, retratos, simulacros,

La forma de querer tú es dejarme que te quiera. El sí con que te me rindes es el silencio. Tus besos son ofrecerme los labios

A la noche se empiezan a encender las preguntas. Las hay distantes, quietas, inmensas, como astros: preguntan desde allí

Si no fuera por la rosa frágil, de espuma, blanquísima, que él, a lo lejos se inventa, ¿quién me iba a decir a mí que se le movía el pecho

¿Hablamos, desde cuándo? ¿Quién empezó? No sé. Los días, mis preguntas; oscuras, anchas, vagas tus respuestas: las noches.

Me debía bastar con lo que ya me has dado. Y pido más, y más. Cada belleza tuya me parece el extremo

Deprisa, la alegría, atropellada, loca. Bacante disparada del arco más casual contra el cielo y el suelo.

¡Cómo me dejas que te piense! Pensar en ti no lo hago solo, yo. Pensar en ti es tenerte, como el desnudo cuerpo ante los b… toda ante mí, entregada.