Ya han pasado décadas completas
desde nuestro último encuentro.
No lograré jamás olvidarte,
te recuerdo cada instante.
Cariño vengo de muy lejos
a darte este regalo:
unos minutos frente a frente
con flores en mi regazo,
no temas por mi presencia
y mejor valora este instante.
Sigo pensando en ti
aunque yo enterrado este,
ayer en el cementerio
y ahora en tu corazón.
- Verónica Rosales