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Te dejo

No son puntos suspensivos

“Estos días me he sentido rara, no te extraño y es meramente tranquilizante que... pronto dejaré de esperarte.

Me di cuenta que en realidad no eres nadie, yo soy la misma, no has realizado algún cambio en mi.

No diré que me hiciste perder el tiempo, siempre supe que estábamos fríos por dentro, no quise verlo y tú siempre estuviste consiente.

Ahora que está situación se presenta, me hago amiga del tiempo y la melancolía, no estoy triste solo recuerdo...
Aquellas desveladas...
Aquellos besos...
Aquellos mensajes por doquier sin ningún destino...

Sé que no te extraño, no sé nada más. No extraño observar la luna con alguna que otra lágrima, no lamento dedicarte este escrito, de alguna manera debes saberlo.

Podría marcarte y decirte que también me equivoqué y te llame sin querer, pero sinceramente esto nos lastimaría, lastimaríamos la inconsciencia inocente y enamoradiza que tenemos o poco nos queda.

No quiero que seamos la causa en destrozar aquel ingenuo sentir emocional escondido, dañado por no saber querernos.

Actuaríamos dejando atrás el orgullo y prejuicio que hemos cosechando durante años. Es irracional esa actitud.

Si preguntas por nuestros planes, no metas el futuro en esto por favor, si lo tienes bien contemplandos solo es cuestión de que te organices con otra persona más, no me incluyas porque no deseo estar presente.

No le encuentro sentido desperdiciar más suspiros, así de fácil me alejo dejándote libre ante el espejo.”

—Vero “tu vieja amiga”

12 Julio 2017

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