Cargando...

Querido hijo/a,

Hoy quiero hablarte de las cicatrices que llevamos en nuestro cuerpo. Son huellas visibles de las batallas que hemos librado, de las veces que la vida nos ha intentado romper, pero ha fracasado.

Mis cicatrices cuentan una historia. Una historia de dolor, de miedo, de lucha y de superación. Cada una de ellas representa un momento difícil en mi vida, un momento en el que tuve que elegir entre rendirme o luchar con fuerza.

Pero aquí estoy, contándote mi historia, y mostrándote mis cicatrices como un trofeo de batalla. No me avergüenzo de ellas, al contrario, me hacen sentir orgulloso/a de todo lo que he logrado y de todo lo que he superado.

Sé que a veces la vida puede ser dura, que puede parecer que todo está en contra nuestra y que no podemos seguir adelante. Pero quiero que sepas que tienes la fuerza y la determinación para enfrentarte a cualquier adversidad que se te presente.

No te rindas, hijo/a. Cada cicatriz que tengas será una historia que contar, una historia que te haga sentir fuerte y valiente, una historia que te recuerde que eres capaz de superar cualquier obstáculo.

Y si alguna vez sientes que no puedes seguir adelante, recuerda que siempre estaré aquí para apoyarte, para escucharte y para recordarte que eres mi orgullo y mi alegría.

Con todo mi amor,                                                                                Pluma de Marfil

Otras obras de Luis Calderon (Pluma de Marfil) Escritor Salvadoreño...



Top