#1988 #EscritoresUruguayos #VientosDelExilio
Vamos a festejarlo vengan todos los inocentes los damnificados los que gritan de noche
Cuando Jesús arrojó del templo a los estupefactos mercaderes los defenestrados juraron vengarse durante casi dos milenios se reuni… en Roma en París en Wall Street
Tus ojos miran como dos latidos tu corazón no puede con su roca, tu memoria se tapa los oídos. Maldices aunque no muevas la boca, sigues comprando el surco y los ma…
El marciano llegó en una nave reducida, casi portátil, algo así como un Volkswagen del espacio. Además de su propia lengua, sólo hablaba inglés, pero no el de la BBC sino el de Shakespe...
Hay quienes se resisten deshilacha… a morir sin haberse concedido un año un mes una hora de goce y esperan ese don cultivando el si… vaciándose de culpas y de pánicos
Con todas las letras y con todos l… dijo mi amigo que la moral era ana… mi amigo dijo que había que ser re… después llegaron los capitanes del… hicieron el consabido acopio de sí…
Tal vez se le olvidó tu santo y se… después de todo no es tan importan… no va a flamear el cielo por su au… ayúdate secúndate solázate búscate en la quimera de los otros
Amiga la calle de sol tempranero se transforma de pronto en atajo bordeado de muros vegetal… el rascacielos da la visión despia…
Tu espejo es un sagaz te sabe poro a poro te desarruga el ceño te bienquiere te pule las mejillas
Rodolfo convirtió la realidad en s… asedió las respuestas con pregunta… tuvo una enojosa obsesión por la v… cómo no iban a odiarlo si sabían q… maltrecho o pertrecho con su cara…
La dicha es una clandestina buscada perseguida la comandancia da sus datos sus ojos verdes su estatura la distancia que media entre sus s…
Lo dijeron y lo repitieron esclarecidos portavoces de Algo: «Se acabó la escritura. La literatura está condenada a morir. De ahora en adelante sólo existirá la Cultura del Ruido y de la...
Las circunstancias / tiempo en car… ponen a nuestro alcance pena y goc… pero más de una vez nos llevan a remolq… amor es más que un juego o un dilu…
Me das tu cuerpo patria y yo te do… tú noches de tu aroma / yo mis vie… tú sangre de tus labios / yo manos… tú el césped de tu vértice / yo mi… me das tu corazón ese verdugo
Hoy un domingo como cualquier otro uno de esos que Dios ha reservado