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Pasan las horas de hastío por la estancia familiar el amplio cuarto sombrío donde yo empecé a soñar. Del reloj arrinconado,
Yo era en mis sueños, don Ramón,… del áspero camino, y tú, Caronte de ojos de llama, el fúnebre barqu… de las revueltas aguas de Aqueront… Plúrima barba al pecho te caía.
Se ha asomado una cigüeña a lo alt… Girando en torno a la torre y al c… ya las golondrinas chillan. Pasaro… de nevascas y ventiscas los crudos… Es una tibia mañana.
Rejas de hierro; rosas de grana. ¿A quién esperas, con esos ojos y esas ojeras enjauladita como las fieras, tras de los hierros de tu ventana?
Ya habrá cigüeñas al sol, mirando la tarde roja, entre Moncayo y Urbión. Se abrió la puerta que tiene gonces en mi corazón,
Tus ojos me recuerdan las noches de verano, negras noches sin luna, orilla al mar salado, y el chispear de estrellas
Sonaba el reloj la una, dentro de mi cuarto. Era triste la noche. La luna, reluciente calavera, ya del cénit declinando,
Una tarde parda y fría de invierno. Los colegiales estudian. Monotonía de lluvia tras los cristales. Es la clase. En un cartel
A ti laurel y yedra corónente, dilecto de Sofía, arquitecto. Cincel, martillo y piedra y masones te sirvan; las montañas
frente a mi ventana. Entre los jazmines y las rosas blancas de un balcón florido, vi las dos hermanas.
La tarde está muriendo como un hogar humilde que se apaga… Allá, sobre los montes, quedan algunas brasas. Y ese árbol roto en el camino blan…
Lo recuerdo... Un pintor me lo re… no en el lino, en el tiempo. Rostr… sobre el rojo manchón de la corbat… bajo el amplio sombrero; resoluto el ademán, y el gesto petulante
Al borde del sendero un día nos se… Ya nuestra vida es tiempo, y nuest… son las desesperantes posturas que… para aguardar... Mas Ella no falt…
Tus versos me han llegado a este r… regio presente en arcas de rica ta… que guardan, entre ramos de castel… En tu árbol viejo anida un canto a… del ruiseñor de antaño la dulce me…
Una clara noche de fiesta y de luna, noche de mis sueños, noche de alegría —era luz mi alma