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Al borde del sendero un día nos se… Ya nuestra vida es tiempo, y nuest… son las desesperantes posturas que… para aguardar... Mas Ella no falt…
De la ciudad moruna tras las murallas viejas, yo contemplo la tarde silenciosa, a solas con mi sombra y con mi pen… El río va corriendo,
En medio de la plaza y sobre tosca… el agua brota y brota. En el cerca… eleva, tras el muro ceñido por la… alto ciprés la mancha de su ramaje… La tarde está cayendo frente a los…
Si era toda en tu verso la armonía… ¿dónde fuiste, Darío, la armonía a… Jardinero de Hesperia, ruiseñor d… corazón asombrado de la música ast… ¿te ha llevado Dionysos de su mano…
Se ha asomado una cigüeña a lo alt… Girando en torno a la torre y al c… ya las golondrinas chillan. Pasaro… de nevascas y ventiscas los crudos… Es una tibia mañana.
Palacio, buen amigo, ¿está la primavera vistiendo ya las ramas de los chop… del río y los caminos? En la estep… del alto Duero, Primavera tarda,
¡Tenue rumor de túnicas que pasan sobre la infértil tierra!... ¡Y lágrimas sonoras de las campanas viejas! Las ascuas mortecinas
Era una mañana y abril sonreía. Frente al horizonte dorado moría la luna, muy blanca y opaca; tras… cual tenue ligera quimera, corría la nube que apenas enturbia una es…
Cabalgaba por agria serranía, una tarde, entre roca cenicienta. El plomizo balón de la tormenta de monte en monte rebotar se oía. Súbito, al vivo resplandor del ray…
¿Mi amor?... ¿Recuerdas, dime, aquellos juncos tiernos, lánguidos y amarillos que hay en el cauce seco?... ¿Recuerdas la amapola
Ya en los campos de Jaén, amanece. Corre el tren por sus brillantes rieles, devorando matorrales, alcaceles,
Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que una fontana fluía dentro de mi corazón. Di: ¿por qué acequia escondida,
La tarde caía triste y polvorienta. El agua cantaba su copla plebeya en los cangilones
La España de charanga y pandereta… cerrado y sacristía, devota de Frascuelo y de María, de espíritu burlón y alma inquieta… ha de tener su marmol y su día,
Rejas de hierro; rosas de grana. ¿A quién esperas, con esos ojos y esas ojeras enjauladita como las fieras, tras de los hierros de tu ventana?