#EscritoresCubanos #FueraDelJuego
Sea la muerte de capa negra y su aureola de un amarillo intens… y tenga las costumbres que a ella… pero el amor que sea como se practica en los trópicos:
Yo vi caer un búho desde las ramas altas, hecho polvo, hecho ruina; lo miraba caer continuamente
No es la guitarra lo que alegra 0 ahuyenta el miedo en la medianoc… No es su bordón redondo y manso como el ojo de un buey No es la mano que roza o se aferra…
Niños: vestíos a la usanza de la reina Victoria y ensayemos a Shakespeare: nos ha enseñado muchas cosas. Sé tú el paje,
Se pueden ver a lo largo de toda… Verdes o rojos o amarillos, descas… y el sol, verdaderos paisajes de e… de guerra. El viento arranca los letreros de…
Siempre, más allá de tus hombros v… Chispea bajo los temporales. Es un pedazo de madera podrida, un… que alguien menea como a contracor… El mundo que nuestros cuerpos
Ámalo, por favor, que es el herido que redactaba tus proclamas, el que esperas que llegue a cada h… el que ahora mismo tal vez estén s… a bofetadas,
A los censores Se pasaron la vida diseñando un pa… que recobrase—después de cada ejec… su inocencia perdida. Y apareció el patíbulo,
El guardián de la torre de Spáskaya no sabe que su torre es de viento. No sabe
Cuando la magia estaba en bancarro… en esos días que se parecen tanto… de los cuervos (ya sin augurios la piedra filosof… ellos cogieron una idea,
Protégete de los vacilantes, porque un día sabrán lo que no qui… Protégete de los balbucientes, de Juan-el-gago, Pedro-el-mudo, porque descubrirán un día su voz f…
Hay un hombre tirado junto al mar Pero no pienses que voy a describi… ahogado Un pobre hombre que se muere en la… Aunque lo hayan arrastrado las ola…
En los bosques de Rusia yo he visto un abedul. Un abedul de hierro, un abedul que lanza como los elect… su nudo de energía y movimiento.
El puñetazo en plena cara y el empujón a medianoche son la f… El vamos, coño, y acaba de decirlo… es el crisantemo de los condenados… No hay luna más radiante
Berta Estás contra mi pecho, y sé que todo el aire desordenado de mi vida rinde ante ti los brazos, mujer mí…