#1934 #DivánDelTamarit #EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #EscritoresGranadinos #Generación27
Cuando sale la luna se pierden las campanas y aparecen las sendas impenetrables. Cuando sale la luna,
Lámparas de cristal y espejos verdes. Sobre el tablado oscuro, la Parrala sostiene una conversación
Debajo de la hoja de la verbena tengo a mi amante malo. ¡Jesús, qué pena! Debajo de la hoja
Los arqueros oscuros a Sevilla se acercan. Guadalquivir abierto. Anchos sombreros grises, largas capas lentas.
Equivocar el camino es llegar a la nieve y llegar a la nieve es pacer durante veinte siglos las… Equivocar el camino
Laoconte salvaje. ¡Qué bien estás bajo la media luna! Múltiple pelotari. ¡Qué bien estás
El puñal, entra en el corazón, como la reja del arado en el yermo. No.
La señorita del abanico, va por el puente del fresco río. Los caballeros
Flor de jazmín y toro degollado. Pavimento infinito. Mapa. Sala.… La niña finge un toro de jazmines y el toro es un sangriento crepúsc… Si el cielo fuera un niño pequeñit…
Bajo el naranjo, lava pañales de algodón. Tiene verdes los ojos y violeta la voz. ¡Ay, amor,
Leonardo: ¡Calla! Novia: Desde aquí yo me iré sola. ¡Vete! ¡Quiero que te vuelvas! Leonardo:
Lucía Martínez. Umbría de seda roja. Tus muslos como la tarde van de la luz a la sombra. Los azabaches recónditos
Leñador. Córtame la sombra. Líbrame del suplicio de verme sin toronjas. ¿Por qué nací entre espejos?
Dulce chopo, Dulce chopo, Te has puesto De oro. Ayer estabas verde,
Virgen con miriñaque, virgen de Soledad, abierta como un inmenso tulipán. En tu barco de luces