#1988 #EscritoresUruguayos #VientosDelExilio
Se habían encontrado en la barra de un bar, cada uno frente a una jarra de cerveza, y habían empezado a conversar al principio, como es lo normal, sobre el tiempo y la crisis, luego, de...
Una mujer desnuda y en lo oscuro genera un resplandor que da confia… de modo que si sobreviene un apagón o un desconsuelo es conveniente y hasta imprescindi…
Cierro los ojos para disuadirme. Ahora no es, no puede ser la muert… Está el escarabajo a tropezones, mi sed de ti, la baja tarde inmóvi… De veras está todo como antes:
Voy a cerrar los ojos en voz baja voy a meterme a tientas en el sueñ… En este instante el odio no trabaj… para la muerte que es su pobre due… la voluntad suspende su latido
Ahora que este siglo uno cualquiera se deshilacha se despoja de sus embustes más canallas de sus presagios más obscenos
Por tercera vez sueña con la mesa pulida y larga, y aquellos diez o doce rostros que lo enfrentan, unos interrogantes, otros agresivos y otros más con ojos indiferentes, tal vez vacíos....
En esta cotidiana me falta el otoñ… con su instalada transparencia aquel sol amarillo que rodeaba los… y hacía prestigiosa su inmovilidad un cierto aroma a avenidas copadas
Bajé al mercado y traje tomates diarios aguacero endivias y envidias gambas grupas y amenes
Entre siempre y jamás el rumbo el mundo oscilan y ya que amor y odio nos vuelven categóricos pongamos etiquetas
Pensar que en un antes neblinoso y… tu adolescencia era cotidiana y notabas en las yemas de los dedo… las variables superficies de vida que ahora sentís a veces en las uñ…
Hay quienes se resisten deshilacha… a morir sin haberse concedido un año un mes una hora de goce y esperan ese don cultivando el si… vaciándose de culpas y de pánicos
La calumnia como hiroshima de bols… el desierto como adversario unánim… el silencio como razón de estado la hipocresía como recoveco de la… el desamor como metáfora de fuego
Los verdugos suelen ser católicos creen en la santísima trinidad y martirizan al prójimo como un me… de combatir el anticristo pero cuando mueren no van al cielo
Hacía por lo menos veinte años que Aníbal Sastre conocía a Bernardo Giudice y Amanda Doria. Ni uno ni otra integraban el círculo más o menos estrecho de sus amigos, pero Bernardo y él h...
Varón urgente hembra repentina no pierdan tiempo quiéranse dejen todo en el beso