#1973 #EscritoresUruguayos #LetrasDeEmergencia
Cuando Mambrú se fue a la guerra, llevaba una almohadilla y un tirabuzón. La almohadilla para descansar después de las batallas y el tirabuzón para descorchar las efímeras victorias. T...
Aunque hoy cumplas trescientos treinta y seis meses la matusalénica edad no se te nota… en el instante en que vencen los c… entrás a averiguar la alegría del…
Desde lejos parece metido en sus costumbres incendiar… un simple monstruo por aclamación sádico pero lleno de coraje pundonoroso arcángel con linterna
Ni ahora ni después ni al mediodía ni en la tarde brevísima ni en la noche pesada ni mañana
Alguna vez le han dicho en clave de odio manso que es / que siempre ha sido un poeta menor y de pronto ha notado
Ahora que es el fin y ya todos las vieron de perfil y de frente in pectore y al dorso en tules y de largo
Están izando mi bandera con ceremonia y sin pudor pobre bandera mi bandera está alegre como una sábana
Alguien limpia la celda de la tortura que no quede la sangre ni la amargura alguien pone en los muros
Cuando resido en este país que no… cuando vivo en esta ciudad sin pár… donde sin embargo mi mujer me enti… y ha quedado mi infancia y envejec… y llamo a mis amigos de vereda a v…
Cuando usaban los mozos chisteras… protegían mejor sus turbios pensam… ahora los exhiben desenfadadamente en sus esplendorosas calvas a la i… y de inmediato acuden los buitres…
La muerte está esperándome ella sabe en qué invierno aunque yo no lo sepa por eso entre ella y yo levanto barricadas
En el viejo camposanto hay sepulcros fanfarrones criptas / nichos / panteones todo en mármol sacrosanto de harto lujo / pero en cuanto
Quien primero le habló del Ángel fue el tío Sebastián. Mucho antes de que el Ángel apareciera. Quien primero negó al Ángel fue el tío Eduardo. Pero Ana María estaba en la edad de creer ...
Ya sos mayor de edad tengo que despedirte pesimismo años que te preparo el desayuno que vigilo tu tos de mal agüero
Defienden las praderas la verde mar la selva las alfombras de césped las hiedras trepadoras la Amazonia humillada