(criada)
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Yo te miré a los ojos cuando era niño y bueno. Tus manos me rozaron Y me diste un beso. (Los relojes llevan la misma caden…
Aquellos ojos míos de mil novecien… no vieron enterrar a los muertos, ni la feria de ceniza del que llor… ni el corazón que tiembla arrincon… Aquellos ojos míos de mil novecien…
La guitarra, hace llorar a los sueños. El sollozo de las almas perdidas, se escapa por su boca
En la torre amarilla, dobla una campana. Sobre el viento amarillo,
Narciso. Tu olor. Y el fondo del río. Quiero quedarme a tu vera. Flor del amor.
Marzo pasa volando. Y Enero sigue tan alto. Enero, sigue en la noche del cielo.
Chove en Santiago meu doce amor. Camelia branca do ar brila entebrecida ô sol. Chove en Santiago
La luna clava en el mar un largo cuerno de luz. Unicornio gris y verde, estremecido, pero extático. El cielo flota sobre el aire
Entre italiano y flamenco, ¿cómo cantaría aquel Silverio? La densa miel de Italia
Yo me alivié a un pino verde por ver si la divisaba, y sólo divisé el polvo del coche que la llevaba. Anda jaleo, jaleo:
La luna pudo detenerse al fin por… Un rayo de luz violenta que se esc… proyectó en el cielo el instante d… La sangre bajaba por el monte y lo… pero los cálices eran de viento y…
Salen los niños alegres de la escuela, poniendo en el aire tibio del abril canciones tiernas. ¡Qué alegría tiene el hondo
En la mañana verde, quería ser corazón. Corazón. Y en la tarde madura quería ser ruiseñor.
Tú querías que yo te dijera el secreto de la primavera. Y yo soy para el secreto lo mismo que es el abeto. Árbol cuyos mil deditos
Coches cerrados llegaban a las orillas de juncos donde las ondas alisan romano torso desnudo. Coches que el Guadalquivir