Llenos de lágrimas tristes tiene Belardo los ojos, porque le muestra Belisa graves los suyos hermosos. Celos mortales han sido
De hoy más las crespas sienes de o… verbena y mirto coronarte puedes, juncoso Manzanares, pues excedes del Tajo la corriente caudalosa. Lucinda en ti bañó su planta hermo…
Pastor que con tus silbos amorosos me despertaste del profundo sueño, Tú que hiciste cayado de ese leño, en que tiendes los brazos poderoso… vuelve los ojos a mi fe piadosos,
Dulce Jesús de mi vida, ¡qué dije!, espera, no os vais: que no es bien que vos seáis de una vida tan perdida. Pero si no sois de mí,
Yo me muero de amor, que no sabía, aunque diestro en amar cosas del s… que no pensaba yo que amor del cie… con tal rigor las almas encendía. Si llama la moral filosofía
Esta cabeza, cuando viva, tuvo sobre la arquitectura destos hueso… carne y cabellos, por quien fueron… los ojos que mirándola detuvo. Aquí la rosa de la boca estuvo,
Esto de imaginar si está en su cas… si salió, si la hablaron, si fue v… temer que se componga, adorne y vi… andar siempre mirando lo que pasa; temblar del otro que de amor se ab…
Pasé la mar cuando creyó mi engaño que en él mi antiguo fuego se temp… mudé mi natural, porque mudara naturaleza el uso, y curso el daño… En otro cielo, en otro reino extra…
Un soneto me manda hacer Violante que en mi vida me he visto en tant… catorce versos dicen que es soneto… burla burlando van los tres delant… Yo pensé que no hallara consonante…
¡Con qué artificio tan divino sale… de esa camisa de esmeralda fina, oh rosa celestial alejandrina, coronada de granos orientales! Ya en rubíes te enciendes, ya en c…
Suelta mi manso, mayoral extraño, pues otro tienes de tu igual decor… deja la prenda que en el alma ador… perdida por tu bien y por mi daño. Ponle su esquila de labrado estaño…
Amor con tan honesto pensamiento arde en mi pecho, y con tal dulce… que haciendo grave honor de la con… para cantar me sirve de instrument… No al fuego, al celestial atento,
En las mañanicas del mes de mayo, cantan los ruiseñores, se alegra el campo. En las mañanicas
Ir y quedarse, y con quedar partir… partir sin alma, y ir con alma aje… oír la dulce voz de una sirena y no poder del árbol desasirse; arder como la vela y consumirse,