#EscritoresEspañoles
Llenos de lágrimas tristes tiene Belardo los ojos, porque le muestra Belisa graves los suyos hermosos. Celos mortales han sido
El fiero turco en lepanto, En la tercera el francés, Y en todo el mar el inglés, Tuvieron de verme espanto. Rey servido y patria honrada
En tanto que el hoyo cavan a donde la cruz asienten, en que el Cordero levanten figurado por la sierpe, aquella ropa inconsútil
¿Qué ceguedaz me trujo a tantos da… ¿Por dónde me llevaron desvaríos, que no traté mis años como míos, y traté como propios sus engaños? ¡Oh puerto de mis blancos desengañ…
A ti la lira, a ti de Delfo y Del… Juana, la voz, los versos y la fam… que mientras más tu hielo me desam… más arde Amor en su inmortal desve… Crióme ardiente salamandra el ciel…
Cuando me paro a contemplar mi est… y a ver los pasos por donde he ven… me espanto de que un hombre tan pe… a conocer su error haya llegado. Cuando miro los años que he pasado…
Como si fuera cándida escultura en lustroso marfil de Bonarrota, a Paris pide Venus en pelota la debida manzana a su hermosura. En perspectiva Palas su figura
¡Oh libertad preciosa, no comparada al oro ni al bien mayor de la espaciosa t… Más rica y más gozosa que el precioso tesoro
«—Ensíllenme el potro rucio del alcaide de los Vélez, denme el adarga de Fez y la jacerina fuerte; una lanza con dos hierros,
Picó atrevido un átomo viviente los blancos pechos de Leonor hermo… granate en perlas, arador en rosa, breve lunar del invisible diente. Ella dos puntas de marfil luciente…
Cayó la torre que en el viento hac… mis altos pensamientos castigados, que yacen por el suelo derribados cuando con sus extremos competían. Atrevidos al sol llegar querían,
Celebró de Amarilis la hermosura Virgilio en su bucólica divina, Propercio de su Cintia, y de Cori… Ovidio en oro, en rosa, en nieve p… Catulo de su Lesbia la escultura
Vireno, aquel mi manso regalado del collarejo azul; aquel hermoso que con balido ronco y amoroso llevaba por los montes mi ganado; aquel del vellocino ensortijado,
Ya no quiera más bien que sólo ama… ni más vida, Lucinda, que ofrecero… la que me dais, cuando merezco ver… ni ver más luz que vuestros ojos c… Para vivir me basta desearos,
Esta cabeza, cuando viva, tuvo sobre la arquitectura destos hueso… carne y cabellos, por quien fueron… los ojos que mirándola detuvo. Aquí la rosa de la boca estuvo,