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No dormía: vagaba en ese limbo en que cambian de forma los objeto… misteriosos espacios que separan la vigilia del sueño. Las ideas que en ronda silenciosa
Lo que el salvaje que con torpe ma… hace de un tronco a su capricho un… y luego ante su obra se arrodilla, eso hicimos tú y yo. Dimos formas reales a un fantasma,
En Sevilla, en el mismo atrio de Santa Inés, y mientras esperaba que comenzase la Misa del Gallo, oí esta tradición a una demandadera del convento. Como era natural, después de oírla, a...
Volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar, y otra vez con el ala a sus crista… jugando llamarán. Pero aquellas que el vuelo refrena…
Hoy la tierra y los cielos me sonr… hoy llega al fondo de mi alma el s… hoy la he visto..., la he visto y… ¡Hoy creo en Dios!
Dos rojas lenguas de fuego que a un mismo tronco enlazadas se aproximan y al besarse forman una sola llama; dos notas que del laúd
¿Quieres que de ese néctar delicio… no te amargue la hez? Pues aspírale, acércale a tus labi… y déjale después. ¿Quieres que conservemos una dulce
Sabe si alguna vez tus labios rojo… quema invisible atmósfera abrasada… que el alma que hablar puede con l… también puede besar con la mirada.
Despierta, tiemblo al mirarte; dormida, me atrevo a verte; por eso, alma de mi alma, yo velo mientras tú duermes. Despierta, ríes, y al reír, tus la…
En una cartera de dibujo, que conservo aún llena de ligeros apuntes, hechos durante algunas de mis excursiones semiartísticas a la ciudad de Toledo, hay escritas tres fechas. Los suceso...
Saeta que voladora cruza, arrojada al azar, y que no se sabe dónde temblando se clavará; hoja que del árbol seca
Tu pupila es azul, y cuando ríes su claridad suave me recuerda el trémulo fulgor de la mañana que en el mar se refleja. Tu pupila es azul, y cuando lloras
De lo poco de vida que me resta diera con gusto los mejores años, por saber lo que a otros de mí has hablado. Y esta vida mortal, y de la eterna
Cerraron sus ojos, que aun tenía abiertos; taparon su cara con un blanco lienzo, y unos sollozando,
Por los tenebrosos rincones de mi cerebro, acurrucados y desnudos, duermen los extravagantes hijos de mi fantasía, esperando en silencio que el arte los vista de la palabra para poderse...