A Francisco Iglesias
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Duérmete, niñito mío, que tu madre no está en casa; que se la llevó la Virgen de compañera a su casa.
Viento del Este; un farol y el puñal en el corazón. La calle
Cantan las siete doncellas. (Sobre el cielo un arco de ejemplos de ocaso.) Alma con siete voces
Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar y el caballo en la montaña. Con la sombra en la cintura
Altas torres. Largos ríos. Hada Toma el anillo de bodas que llevaron tus abuelos.
Dicen que tienes cara (balalín) de luna llena. (balalán.) Cuántas campanas ¿oyes?
Las piquetas de los gallos cavan buscando la aurora, cuando por el monte oscuro baja Soledad Montoya. Cobre amarillo, su carne,
Cuando sale la luna se pierden las campanas y aparecen las sendas impenetrables. Cuando sale la luna,
El Mascarón. ¡Mirad el mascarón! ¡Cómo viene del África a New York… Se fueron los árboles de la pimien… los pequeños botones de fósforo. Se fueron los camellos de carne de…
Por las arboledas del Tamarit han venido los perros de plomo a esperar que se caigan los ramos, a esperar que se quiebren ellos so… El Tamarit tiene un manzano
Me han traído una caracola. Dentro le canta un mar de mapa. Mi corazón se llena de agua
Este galapaguito no tiene mare; lo parió una gitana, lo echó a la calle. No tiene mare, sí;
Juan Breva tenía cuerpo de gigante y voz de niña. Nada como su trino. Era la misma
Tierra seca, tierra quieta de noches inmensas. (Viento en el olivar,
En el soto, los alamillos bailan uno con otro. Y el arbolé, con sus cuatro hojitas,