A José F. Montesinos
#1924 #EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #EscritoresGranadinos #Generación27 #LorcaCanciones
¡Mi soledad sin descanso! Ojos chicos de mi cuerpo y grandes de mi caballo, no se cierran por la noche ni miran al otro lado,
Solamente por oír la campana de la Vela te puse una corona de verbena. Granada era una luna ahogada entre las yedras.
Por la calleja vienen extraños unicornios. ¿De qué campo, de qué bosque mitológico? Más cerca,
Yo era. Yo fui, pero no soy. Yo era... (¡Oh fauce maravillosa
Cuatro granados tiene tu huerto. (Toma mi corazón nuevo.) Cuatro cipreses
La luna asoma Cuando sale la luna se pierden las campanas y aparecen las sendas impenetrables.
La guitarra, hace llorar a los sueños. El sollozo de las almas perdidas, se escapa por su boca
Tú nunca entenderás lo que te quie… porque duermes en mí y estás dormi… Yo te oculto llorando, perseguido por una voz de penetrante acero. Norma que agita igual carne y luce…
Así te vi La joven muerta en la concha de la cama, desnuda de flor y brisa surgía en la luz perenne.
La muerte entra y sale de la taberna. Pasan caballos negros y gente siniestra
Aquel rubio de Albacete vino madre, y me miró ¡no lo puedo mirar yo! Aquel rubio de los trigos hijo de la verde aurora,
Esquilones de plata Llevan los bueyes. —¿Dónde vas, niña mía, De sol y nieve? —Voy a las margaritas
Antonio Torres Heredia, hijo y nieto de Camborios, con una vara de mimbre va a Sevilla a ver los toros. Moreno de verde luna
Las alegres fiebres huyeron a las… y el judío empujó la verja con el… de la lechuga. Los niños de Cristo dormían, y el agua era una paloma,