#EscritoresChilenos
Estrella Ogden acompáñame como ella a él, enjámbrame como a Darío las estrellas, piénsa… órfica, acostúmbrame a ser de aire alrededor de
Fascinación mortal la del azogue;… yambos irrisorios, placeres cuáles… yo, yo no soy Epicteto, ni fui esclavo… cojo,
Sólo se aprende aprende aprende de los propios propios errores.
Miro el aire en el aire, pasarán estos años cuántos de viento sucio debajo del párpado cuántos del exilio, II
Oh voz, única voz: todo el hueco d… todo el hueco del mar no bastaría, todo el hueco del cielo, toda la cavidad de la hermosura no bastaría para contenerte,
No con semen de eyacular sino con… le digo a la paloma: –ábrete, palo… se abre; –recíbeme, y me recibe, erecto y pertinaz; ahí mismo volamos
Ya no se dice oh rosa, ni apenas rosa sino con vergüenza; ¿c… a qué? ¿a exagerar unos pétalos, la hermosura de unos pétalos?
Sólo veo al inmolado de Concepció… de su carne y ardió por Chile ente… de la catedral frente a la tropa s… pestañear, sin llorar, encendido y estallado por un grisú que no es d…
Ya todo estaba escrito cuando Val… Y le arrancó esta pluma al viejo c… del énfasis. El tiempo es todavía, la rosa es todavía y aunque pase e… de todos los veranos, el hombre es…
Al mundo lo nombramos en un ejerci… uva a uva de su racimo, lo besamos soplando el número del origen, no hay azar sino navegación y número, carácter
Un aire, un aire, un aire, un aire, un aire nuevo: no para respirarlo sino para vivirlo.
¿Qué veo en esta mesa: tigres, Bo… que no volaron nunca, huesos que no movieron esta mano, venas vacías, tabla insondable? Ceguera veo, espectáculo
A esto vino al mundo el hombre, a… la serpiente que avanza en el silb… de las cosas, entre el fulgor y el frenesí, como un polvo centel… por dentro el hueso de la locura,…
Anoche te he tocado y te he sentid… sin que mi mano huyera más allá de… sin que mi cuerpo huyera, ni mi oí… de un modo casi humano te he sentido.
De unos años a esta parte veo una… a la altura de la fosa izquierda e… de la nariz y el ojo, de repente parece obsesión pero no es obsesió… y vuela, por el fulgor