#EscritoresCubanos #EscritoresMatanceros #ParaNiños
El tomeguín del pinar con su collar amarillo ya pica en el alpistillo, ya rápido echa a volar. Y va del ateje al güin,
Viajaré a la luna desde el campamento con su colorada pañoleta al cuello. Para complacerla
Al mediodía, cristal el agua, cristal las hojas, cristal el día. Cristal, cristales,
Porque no saben quererte me dicen que eres muy fea. Duerme... Duerme... Duerme, que te coge el gato y las tijeras muerden.
¡Del monte cubano vengo, del monte cubano soy! Pinipiní Guásima baría, júcaro amarillo,
Los pinares de la Isla por la costa van creciendo: quieren echarse a la mar y volverse marineros. Y las toronjas maduras
De parte del aguacero que cubran con un paraguas al retoño del almendro. El coralillo rosado debe prestar atención:
Torito camagüeyano y de la sabana rey, he venido de muy lejos queriéndote conocer. Debajo del algarrobo
¡Tilín! ¡Tilán! Campana de oro de la mañana. ¡Tilín!
Cinta de arena para la nena. Gorro de sal para el coral. Y para el sol
Caperucita Roja, juega conmigo: yo seré un día lunes y tú domingo. Juega conmigo:
En la casa que recuerdo, en la casa, entre el naranjal y el cielo: plátano indio, plátano congo,
Camarada del sapo, del río hermana, amiga de la piedra, nieta del agua. Nieta del agua
En un caracol rosado de la playa de Girón sobre el nácar hay grabado: “¡Cada cubano un soldado; cada soldado un león!”
¡Que ruede la rueda de pan y canela! Que llegue al campo, que busque el trigo, que diga al agua