(A María Kodama)
#1976 #EscritoresArgentinos #LaMonedaDeHierro
El madrejón desnudo ya sin una sed… y la luna perdida en el frío del a… y el campo muerto de hambre, pobre… El coche se hamacaba rezongando la… un galerón enfático, enorme, funer…
Lo recuerdo (yo no tengo derecho a pronunciar ese verbo sagrado, sólo un hombre en la tierra tuvo derecho y ese hombre ha muerto) con una oscura pasionaria en la mano, viéndola como nad...
No habrá una sola cosa que no sea una nube. Lo son las catedrales de vasta piedra y bíblicos cristal… que el tiempo allanará. Lo es la… que cambia como el mar. Algo hay d…
Dos hombres caminaron por la luna. Otros después. ¿Qué puede la pala… qué puede lo que el arte sueña y l… ante su real y casi irreal fortuna… Ebrios de horror divino y de avent…
Se ha publicado en Roma este libro compuesto en francés antiguo por Gabriele d’Annunzio. Dice así el prólogo: “Después de quince años cumplidos, después de la buena guerra sin treguas y...
No lo abruman el mármol y la glori… Nuestra asidua retórica no lima Su áspera realidad. Las aclamadas Fechas de centenarios y de fastos No hacen que este hombre solitario…
Aquí está la moneda de hierro. In… las dos contrarias caras que serán… de la terca demanda que nadie no s… ¿Por qué precisa un hombre que una… Miremos. En el orbe superior se e…
Lo dejo en el caballo, en esa hora… crepuscular en que buscó la muerte… que de todas las horas de su suert… ésta perdure, amarga y vencedora. Avanza por el campo la blancura
Me habré cruzado con él En una esquina cualquiera. Yo era un chico, él era un hombre. Nadie me dijo quién era. No sé por qué en la oración
Mi propósito es reconsiderar, a la luz de otros pasajes de la Comedia, el enigmático relato que Dante pone en boca de Ulises (Infierno, XXVI, 90, 142). En el ruinoso fondo de aquel círc...
Imposible negar la novedad (tipográfica) de esta novela. Sepa el asombrado lector que no se trata de un libro, sino de un expediente que incluye un telegrama facsimilar de la Western Un...
Dormías. Te despierto. La gran mañana depara la ilusión d… Te habías olvidado de Virgilio. A… Te traigo muchas cosas. Las cuatro raíces del griego: la t…
No habrá nunca una puerta. Estás… y el alcázar abarca el universo y no tiene ni anverso ni reverso ni externo muro ni secreto centro. No esperes que el rigor de tu cami…
No te habrá de salvar lo que dejar… escrito aquellos que tu miedo impl… no eres los otros y te ves ahora centro del laberinto que tramaron tus pasos. No te salva la agonía
A lo largo de sus generaciones los hombres erigieron la noche. En el principio era ceguera y sueñ… y espinas que laceran el pie desnu… y temor de los lobos.