De “Ars moriendi”, 1922
#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #EscritoresSevillanos
A todos nos han cantado en una noche de juerga coplas que nos han matado... Corazón, calla tu pena; a todos nos han cantado
Del color del lirio tiene Gerinel… dos grandes ojeras; del color del lirio, que dicen loc… de amor de la reina. Al llegar la tarde,
Sé buena. Es el secreto. Llora, o… Que se asome a tus ojos y a tus la… la ternura de tu corazón, sin las… flores de trapo de la retórica van… ¡Oh la sabiduría en amor! ¡Si tú…
¡Oh, el sotto voce balbuciente, os… de la primer lujuria!... ¡Oh, la d… del beso adolescente, casi puro!..… ¡Oh, el no saber de la primer cari… ¡Despertarse de amor entre cantare…
Yo soy como las gentes que a mi ti… —soy de la raza mora, vieja amiga… que todo lo ganaron y todo lo perd… Tengo el alma de nardo del árabe e… Mi voluntad se ha muerto una noche…
Siete soles forman el solio del príncipe de los siete soles. Su cetro de oro es un haz de llamas
Largas tardes campestres; alamedas rosadas; aire delgado que el aroma apenas sostiene de la acacia; huerto, pinar... Llanuras de oro v…
Sombras del día blanco contra mis ojos. Yo no veo nada sino lo blanco: la hora en blanco, el alma desatada del ansia y de la hora.
“José Antonio, ¡Maestro!... ¿En… en qué sol, en qué estrella peregr… montas la guardia? Cuando a la div… bóveda miro, tu respuesta espero. Toda belleza fue tu vida clara.
¡Oh el sotto voce balbuciente, osc… de la primer lujuria!... ¡Oh la de… del beso adolescente, casi puro!..… ¡Oh el no saber de la primer caric… Despertase de amor entre cantares
¡Jardín sin jardinero! ¡Viejo jardín, viejo jardín sin alma, jardín muerto! Tus árboles no agita el viento. En el estanqu…
Por una de esas raras reflexiones de la luz, que los físicos explicarán llenando de fórmulas un libro... Mirándome las manos
La hora cárdena... La tarde los velos se va quitando... El velo de oro..., el de plata. La hora cárdena... «Aún es temprano».
El conde, orgullo y gloria, las da… y a los nobles zahiere —madrigal y… cuando un paje, de lejos y por señ… No lleva el paje escudo ni señoria… «Venid —le dice quedo—; seguidme..…
Nadie más cortesano ni pulido que nuestro Rey Felipe, que Dios… siempre de negro hasta los pies ve… Es pálida su tez como la tarde, cansado el oro de su pelo undoso,