de Irremediablemente, 1920
#EscritoresArgentinos
Yo seré a tu lado, silencio, silen… perfume, perfume, no sabré pensar, no tendré palabras, no tendré dese… sólo sabré amar. Cuando el agua caiga monótona y tr…
A pesar de mí misma te amo; eres t… como hermoso, y me dice, vigilante… «¿Para esto elegías? Gusto bajo e… no te vendas a nada, ni a un perfi… Y me dicta el deseo, tenebroso y p…
Vamos hacia los árboles... el sueñ… Se hará en nosotros por virtud cel… Vamos hacia los árboles; la noche Nos será blanda, la tristeza leve. Vamos hacia los árboles, el alma
Tu vida es un gran río, va caudalo… A su orilla, invisible, yo broto d… Soy esa flor perdida entre juncos… que piadoso alimentas, pero acaso… Cuando creces, me arrastras y me m…
AMOR Baja del cielo la endiablada punta Con que carne mortal hieres y enga… Untada viene de divinas mañas y cielo y tierra su veneno junta.
Oh mar, enorme mar, corazón fiero De ritmo desigual, corazón malo, Yo soy más blanda que ese pobre pa… Que se pudre en tus ondas prisione… Oh mar, dame tu cólera tremenda,
La vida tuya sangre mía abona y te amo a muerte, te amo; si pudi… bajo los cielos negros te comiera el corazón con dientes de leona. Antes de conocerte era ladrona
Tristes calles derechas, agrisadas… por donde asoma, a veces, un pedaz… sus fachadas oscuras y el asfalto… me apagaron los tibios sueños prim… Cuánto vagué por ellas, distraída,…
Llegará un día en que la raza huma… Se habrá secado como planta vana, Y el viejo sol en el espacio sea Carbón inútil de apagada tea. Llegará un día en que el enfriado…
Tengo el presentimiento que he de… Esta cabeza mía se parece al criso… purifica y consume, pero sin una queja, sin asomo de h… Para acabarme quiero que una tarde…
Este jardín nos cede su delicia, nos cede el árbol de manzanas llen… fuente de dioses a la sed propicia… pan del instinto, para el hambre,… Mas blanco mármol sin igual pudici…
Me levanté temprano y anduve desca… Por los corredores: bajé a los jar… Y besé las plantas Absorbí los vahos limpios de la ti… Tirada en la grama;
Ahora quiero amar algo lejano... a algún hombre divino que sea como un ave por lo dulce, que haya habido mujeres infinitas y sepa de otras tierras, y florezc…
Tenías miedo de mi carne mortal y en ella buscabas el alma inmortal. Para encontrarla, a palabras duras, me abrías grandes heridas. Entonces te inclinabas sobre ellas y aspirabas, terri...
Hoy me mira la luna blanca y desmesurada. Es la misma de anoche, la misma de mañana. Pero es otra, que nunca