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Mi papalote, ¡qué lindo mi papalote! Vuela y vuela como un pájaro mi papalote. Un pájaro de papel
El cielo es un espejo y la gaviota suelta su vela blanca desde la costa. Marinera del aire,
¡Que ruede la rueda de pan y canela! Que llegue al campo, que busque el trigo, que diga al agua
Prende tus luces cocuyo de marzo: esta es la noche de hablar con el gallo. Compartiremos
Nombres tuyos, nombres míos, que recibimos de ayer como el agua de los ríos y que debes conocer: Bejucos de la Perdiz,
Ocho mulitos tiene mi arria y todos suben por la montaña. Se ve salpicado el río
Torito camagüeyano y de la sabana rey, he venido de muy lejos queriéndote conocer. Debajo del algarrobo
Entre las lomas el día nace. Límpidas gotas la noche esparce sobre la hierba
¿Qué venadito blanco cruza la noche cuando la luna llena brilla en el monte? ¿Qué venadito sediento
Con sus pichones la codorniz a la sabana viene a dormir. Un perro ladra
Cua cua, cantaba la rana, cua cua, debajo del agua. Pasó una paloma:
EL día, una rosa blanca. La noche, un caballo negro. (La tarde, una mariposa que ha detenido su vuelo.)
De la lunita nueva vuela una garza; tiene el cuello nevado, de azul las alas. Volando viene
En Playa Larga, el uvero, como homenaje al valor de los niños artilleros, ya no florece en febrero: en abril abre la flor.
¡Jey, vaya, toro, con el arreo! Los toros toros, sus cuernos cuernos, en el camino