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He ido a darle agua a Platero. En la noche serena, toda de nubes vagas y estrellas, se oye, allá arriba, desde el silencio del corral, un incesante pasar de claros silbidos. Son los pat...
Tarde última y serena, corta como una vida, fin de todo lo amado ¡yo quiero ser eterno! (Atravesando hojas,
Cuando el mirlo, en lo verde nuevo… vuelve, y silba su amor, embriagad… meciendo su inquietud en fresco de… nos abre, negro, con su rojo pico, carbón vivificado por su ascua,
Todo el otoño, rosa, es esa sola hoja tuya que cae. Niña, todo el dolor es esa sola gota tuya
¿Que me vas a doler, muerte? ¿Es que no duele la vida? ¿Porqué he de ser más osado para el vivir esterior que para el hondo morir?
La mayor diversión de Anilla la Manteca, cuya fogosa y fresca juventud fue manadero sin fin de alegrones, era vestirse de fantasma. Se envolvía toda en una sábana, añadía harina al azuc...
No sé con qué decirlo, porque aún no está hecha mi callada palabra.
Murió, como un niño, el hijo de tu loco corazón y mi loco corazón. (¡Ay nuestro amor!) No sé si ríes o lloras
La pregonera vocinglería de la esquila de vuelta, cercana ya, ya distante, resuena en el cielo de la mañana de fiesta, como si todo el azul fuera de cristal. Y el campo, un poco enfermo...
¡Que goce triste este de hacer tod… Se me torna celeste la mano, me co… Y las rosas de olor, que pongo com… y los bellos cojínes, que pongo co… Y si pongo mi mano –como ella la p…
Aún soñaba en las dulzuras de esta… Estoy solo; mis amores están lejos… y mi alma que se muere de tristeza… de nostalgia y de recuerdos, se sumía fatigada
Libre ya Platero del cabestro, y paciendo entre las castas margaritas del pradecillo, me he echado yo bajo un pino, he sacado de la alforja moruna un breve libro, y, abriéndolo por una ...
Échate a un lado, Platero, y deja pasar a los niños de la escuela. Es jueves, como sabes, y han venido al campo. Unos días los lleva Lipiani a lo del padre Castellano, otros al puente d...
La cumbre. Ahí está el ocaso, todo empurpurado, herido por sus propios cristales, que le hacen sangre por doquiera. A su esplendor, el pinar verde se agria, vagamente enrojecido; y las ...