#EscritoresChilenos
No me vengas con la historia de la… hace rato que te aguaito dándote v… Moscardón que pica y pica sin cons… se le acaba el zumbido y las lance… Si la montaña no viene anda hacia…
De nuevo quieren manchar mi tierra con sangre obrera los que hablan de libertad y tienen las manos negras. Los que quieren dividir
María, abre la ventana y deja que el sol alumbre por todos los rincones de tu casa. María, mira hacia afuera
Siete rejas, siete llaves, siete ríos, siete mares. Siete son los que te llevan, siete son los que te traen, siete son mis siete mares.
Herminda de la Victoria murió sin haber luchado derecho se fue a la gloria con el pecho atravesado. Las balas de los mandados
Te recuerdo Amanda la calle mojada corriendo a la fábrica donde trabajaba Manuel. La sonrisa ancha
Voy a hacerme un cigarrito acaso tengo tabaco si no tengo de’onde saco lo más cierto es que no pito. Ay, ay, ay, me querís,
Pongo en tus manos abiertas mi guitarra de cantor, martillo de los mineros, arado del labrador. Recabarren,
Donde cayó Camilo nació una cruz, pero no de madera sino de luz. lo mataron cuando iba por su fusil, Camilo Torres muere
Caminando, caminando voy buscando libertad, ojalá encuentre camino para seguir caminando. Es difícil encontrar
Me entregaron una pala que la ciudara pa’ mí que nunca la abandonara pa’ que la tierra regara. Despacito, despacito.
Fui soldado de Francisco Villa de aquel hombre de fama inmortal que aunque estuvo sentado en la si… no envidiara la presidencial. Ahora vivo allá por la orilla
Cuando el sol se inclinaba, lo encontré, en un rancho sombrío, de Lonquén, en un rancho de pobres,
Me mandaron una carta por el correo temprano, en esa carta me dicen que cayó preso mi hermano, y sin compasión, con grillos,
En el valle de Pocuno donde rebota el viento del mar donde la lluvia cría los musgos vive Angelita Huenumán. Entre el mañío y los hualles