(1912)
#EscritoresMexicanos (1912) 1912, 9 Julio La Pensamientos V- afines amada de inmóvil
Dios mío, yo te ofrezco mi dolor: ¡Es todo lo que puedo ya ofrecerte… Tú me diste un amor, un solo amor, ¡un gran amor! Me lo robó la muerte
¿Por qué permaneciste siempre sord… ¡Dios sabe cuántas veces, con amor… te busqué en las tinieblas, sin po… Hoy —¡por fin!—te recobro: todo, p… cierto...
¡Cuántos desiertos interiores! Heme aquí joven, fuerte aún, y con mi heredad ya sin flores. Némesis sopló en mis alcores con bocanadas de simún.
Bien sé que no puedes, pobrecita mía, venir a buscarme. ¡si pudieras, vendrías! Acaso te causan
¡De qué sirve al triste la filosof… Kant o Schopenhauer o Nietzche o… ¡Metafisiqueos! En tanto, Ana mía, te me has muerto, y yo no sé todav…
Para calmar a veces un poco el sob… el invencible anhelo de volverte a… me imagino que viajas por un país… de donde es muy difícil, ¡muy difí… Así mi desconsuelo, tan hondo, se…
Por esta selva tan espesa, donde nunca el sol penetró, buscando voy una princesa que se me perdió. Entre los árboles copudos,
Padre viejo y triste, rey de las d… son en mi camino focos de una luz… tus pupilas mustias, vagas de pens… y el límpido y noble marfil de tu… Flota, como el tuyo, mi afán entre…
Para cubrir los peces del fondo, q… de frío, mis piadosas ondas se cri… y yo, la inquietuela, cuyo perenne… es variar, enmudezco, me aduermo,… ¡Ah! Tú no sabes como padezco nos…
Vivir sin tus caricias es mucho de… vivir sin tus palabras es mucha so… vivir sin tu amoroso mirar, ingenu… es mucha obscuridad...
Te odio con el odio de la ilusión… ¡Retírate! He bebido tu cáliz, y… mis labios ya no saben dónde poner… mi carne, atormentada de goces, mu… Safo, Crisis, Aspasia, Magdalena…
Aquella tarde, en la Alameda, loc… de amor, la dulce idolatrada mía me ofreció la eglantina de su boca… Y el Buda de basalto sonreía... Otro vino después, y sus hechizos
Entre el dudoso cortejo de sombras, peregrinando voy una sombra buscando. En el místico reflejo de la noche constelada
Bien sé, devota mujer, cuando te contemplo en tus fervores y celo arder, que no me puedes querer como quieres a Jesús.
A veces, en sueños, mi espíritu fi… escenas de vidas lejanas: yo fui un sátrapa egipcio de rostro de es… de mitra dorada, y en Menfis viví.