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Fuera la lluvia cae sin cesar... En mis cristales viene a tocar su sinfonía:
Eran tres. (Vino el día con sus hachas.) Eran dos. (Alas rastreras de plata.) Era uno.
Yo me alivié a un pino verde por ver si la divisaba, y sólo divisé el polvo del coche que la llevaba. Anda jaleo, jaleo:
Suben por la calle los cuatro galanes. Ay, ay, ay, ay. Por la calle abajo van los tres galanes.
Esa luna se va, y ellos se acercan… De aquí no pasan. El rumor del rí… apagará con el rumor de troncos el desgarrado vuelo de los gritos. Aquí ha de ser, y pronto. Estoy c…
Quiero bajar al pozo quiero subir los muros de Granada para mirar el corazón pasado por el punzón oscuro de las aguas. El niño herido gemía
Sábado. Puerta de jardín. Domingo. Día gris. Gris.
Los niños miran un punto lejano. Los candiles se apagan. Unas muchachas ciegas preguntan a la luna,
Muerto se quedó en la calle con un puñal en el pecho. No lo conocía nadie. ¡Cómo temblaba el farol! Madre.
Granada, calle de Elvira, donde viven las manolas, las que se van a la Alhambra, las tres y las cuatro solas. Una vestida de verde,
En el café de Chinitas dijo Paquiro a su hermano: «Soy más valiente que tú, más torero y más gitano». En el café de Chinitas
Sin encontrarse. Viajero por su propio torso blanco… Así iba el aire. Pronto se vio que la luna era una calavera de caballo
Tu voz regó la duna de mi pecho en la dulce cabina de madera. Por el sur de mis pies fue primave… y al norte de mi frente flor de he… Pino de luz por el espacio estrech…
Lucía Martínez. Umbría de seda roja. Tus muslos como la tarde van de la luz a la sombra. Los azabaches recónditos
En las torres amarillas, doblan las campanas. Sobre los vientos amarillos,