#EscritoresArgentinos
Un zumbido de moscas anestesia la… El sol unta con fósforo el frente… y en el cauce reseco de las calles… deambula un blanco espectro vestid… Penden de los balcones racimos de…
Mi Lu mi lubidulia mi golocidalove mi lu tan luz tan tu que me enluci… y descentratelura
Lo no moroso al toque el consonar a qué la sexta nota los hubieron posesos los sofocos del bis a bis acoplo d… los erosismos dérmicos
No soy quien escucha ese trote llovido que atraviesa mi… No soy quien se pasa la lengua ent… al sentir que la boca se me llena… No soy quien espera,
Solo, con mi esqueleto, mi sombra, mis arterias, como un sapo en su cueva,
Íbamos entre cardos, por la huella. La vaca me seguía. No quise detenerme, darme vuelta.
Me parece que vivo, que estoy entre los ruidos, que miro las paredes, que estas manos son mías, pero quizás me engañe
Costas rompientes del entonces resacas subvivencias que arenan el ahora calas
En lo alto de esas cumbres agobian… hallaremos laderas y peñascos, donde yacen metales, momias de alg… peces cristalizados; pero jamás la extensa certidumbre
Los nervios se me adhieren al barro, a las paredes, abrazan los ramajes, penetran en la tierra, se esparcen por el aire,
Nada de nada; es todo. Así te quiero, nada. ¡Del todo!... Para nada.
Ay mi más mimo mío mi bisvidita te ando si toda así te tato y topo tumbo y te arpo
Y de los replanteos y recontradicciones y reconsentimientos sin o con sent… y de los repropósitos y de los reademanes y rediálogos i…
Que los ruidos te perforen los die… como una lima de dentista, y la memoria se te llene de herrum… de olores descompuestos y de palab… Que te crezca, en cada uno de los…
Nunca he dejado de llevar la vida humilde que puede permitirse un modesto empleado de correos. ¡Pues! mi mujer —que tiene la manía de pensar en voz alta y de decir todo lo que le pasa p...