#EscritoresMexicanos
A través de la noche urbana de pie… entra el campo a mi cuarto. Alarga brazos verdes con pulseras… con pulseras de hojas. Lleva un río de la mano.
Negro sobre blanco, azul, el gigante grano de polen estalla entre las grietas del tiempo,
Enorme y sólida pero oscilante, golpeada por el viento pero encadenada, rumor de un millón de hojas
AL confín yesca del espacio calcinado la ascensión amarilla del árbol
A Alejandro y Olbeth Rossi Paisaje familiar mas siempre extra… enigma de la palma de la mano. El mar esculpe, terco, en cada ola… el monumento en que se desmorona.
Nombras el árbol, niña. Y el árbol crece, lento y pleno, anegando los aires, verde deslumbramiento, hasta volvernos verde la mirada.
La tinta verde crea jardines, selv… follajes donde cantan las letras, palabras que son árboles, frases que son verdes constelacion… Deja que mis palabras, oh blanca,…
Tus ojos son la patria del relámpa… silencio que habla, tempestades sin viento, mar sin ol… pájaros presos, doradas fieras ado… topacios impíos como la verdad,
Tendida y desgarrada, a la derecha de mis venas, muda; en mortales orillas infinita, inmóvil y serpiente. Toco tu delirante superficie,
En l patio un pájaro pía, como el centavo en su alcancía. Un poco de aire su plumaje se desvanece en un viraje. Tal vez no hay pájaro ni soy
Quedo distante de los sueños. Abandona mi frente su marea, avanzo entre las piedras calcinada… y vuelvo a dar al cuarto que me en… aguardan los zapatos, los lazos de…
Jardines despeinados, casa grande como una hacienda. Hay muchos cuartos vados, muchos retratos de celebridades desconocidas.
El mediodía alza en vilo al mundo. Y las piedras donde el viento borr… tiempo, las torres que al caer la tarde in… la nave que hace siglos encalló en…
Fluye el tiempo inmortal y en su l… sólo palpita estéril insistencia, sorda avidez de nada, indiferencia… pulso de arena, azogue sin sentido… Resuelto al fin en fechas lo vivid…
Sobre el tablero de la plaza se demoran las últimas estrellas. Torres de luz y alfiles afilados cercan las monarquías espectrales. ¡Vano ajedrez, ayer combate de áng…