#EscritoresChilenos (1924) Casi Ternura escolares
En el secreto de la noche mi oración sube como las lianas, así cayendo y levantando, y a tanteos como el ciego, pero viendo más que el búho.
Tú no oprimas mis manos. Llegará el duradero tiempo de reposar con mucho polvo y sombra en los entretejidos dedos… Y dirías: «No puedo
Niño indio, si estás cansado, tú te acuestas sobre la Tierra, y lo mismo si estás alegre, hijo mío, juega con ella... Se oyen cosas maravillosas
Corderito mío, suavidad callada: mi pecho es tu gruta de musgo afelpada. Carnecita blanca,
En un metal de cipreses y de cal espejeadora, sobre mi sombra caída bailo una danza de mofa. Como plumón rebanado
Se acabaron los días divinos de la danza delante del mar, y pasaron las siestas del viento con aroma de polen y sal, y las otras en trigos dormidas
Vendrá del Dios alerta que cuenta lo fallido. Por diezmo no pagado, rehén me fue cogido. Por algún daño oscuro
Que sopló el viento y se llevó las… y que en las nubes iba un pavo rea… que el pavo real era para mi mano y que la mano se me va a secar, y que la mano le di esta mañana
Vuela un olor delicado y tímido y placentero, delgado como la brisa, íntimo como el aliento. Lo había olvidado andando
Alguna circunstancia me arranca siempre el libro que yo había dejado para las Calendas, por dejadez criolla. La primera vez el Maestro Onís y los profesores de español de Estados Unidos...
La tierra es dulce cual humano lab… como era dulce cuando te tenía, y toda está ceñida de caminos... Eterno amor, te espero todavía. Miro correr las aguas de los años,
La rosa colorada cogida ayer; el fuego y la canela que llaman clavel; el pan horneado
La isla celebra fiesta de la niña. El Trópico es como Dios absoluto y en esos soles se muere o se salv… Anda el café como un alma vehement… en venas anda, de valle o montaña
Por que duermas, hijo mío, el ocaso no arde más: no hay más brillo que el rocío, más blancura que mi faz. Por que duermas, hijo mío,
Te voy a contar la hierba de cabellera soltada y latiendo y ondulando como llena de palabras. Es una niña en el gajo