#1979 #Cotidianas #EscritoresUruguayos
Estuvimos en epidauros veinticinco… y también escuchamos desde las más… el rasgueo del fósforo que allá ab… encendía la guía la misma gordita que entre templo y templete
A mediados de 1974 explotaban en Buenos Aires diez o doce bombas por noche. De distinto signo, pero explotaban. Despertarse a las dos o las tres de la madrugada con varios estruendos en...
Aliiiirio. Aliiiirio Bengoa. Demasiado clamor para ser escuchado a las siete y media de la mañana. Pero allí está el hombre, agitando los brazos desde la vereda de enfrente y gritando A...
Después de tanta quietud tanto sil… el país gira como un trompo llega a la orilla de las decisione… de las falencias y del optimismo cada uno lleva su ramillete de gan…
Quién hubiera dicho que estos poemas de otros iban a ser míos después de todo hay hombres que no…
Tal vez se le olvidó tu santo y se… después de todo no es tan importan… no va a flamear el cielo por su au… ayúdate secúndate solázate búscate en la quimera de los otros
Aquella esperanza que cabía en un… aquella alta vereda junto al barro… aquel ir y venir del sueño, aquel horóscopo de un larguísimo v… y el larguísimo viaje con adioses…
Yo también tengo ruinas y si acudo al pasado ya no sé a quién o a quiénes busco entre los escombros son ruinas sin prestigio
En este instante el mundo es apena… un vitral confuso los colores se invaden unos a otro… y las fronteras entre cosa y cosa entre tierra y cielo
Vuelvo / quiero creer que estoy vo… con mi peor y mi mejor historia conozco este camino de memoria pero igual me sorprendo hay tanto siempre que no llega nun…
«¿Y eso por qué?», preguntó Montse en su tercera sesión de café montevideano. «Sencillamente porque la dictadura nos dejó una herencia de mezquindad», respondió Jorge, «un legado ...
Soñamos juntos juntos despertamos el tiempo hace o deshace mientras tanto no le importan tu sueño
Déjame este zumbido de verano y la ausencia bendita de la siesta déjame este lápiz este block esta máquina
La piel acariciada se acabó se acabaron las manos que encendía… los pulmones que juzgaban el aire… piernas que enseñaban el camino se acabó el cuerpo penetrando en e…
El olvido no es victoria sobre el mal ni sobre nada y si es la forma velada de burlarse de la historia para eso está la memoria