#1986 #EscritoresUruguayos #PreguntasAlAzar
Colecciono pronósticos anuncios y matices y signos y sospechas y señales
En la ciudad de Montevideo, a las nueve horas y cuarenta minutos del día quince de mayo del año mil novecientos ochenta y siete, se reúne el Directorio de Abecé, S. A., en la sala de co...
When you are smiling ocurre que tu sonrisa es la sobrev… la estela que en ti dejó el futuro la memoria del horror y la esperan… la huella de tus pasos en el mar
A sus treinta y cinco años, Ileana Márquez tenía marido (Dámaso) y amante (Marcos). Saberse querida, o al menos deseada por ambos, no le causaba la menor ansiedad, más bien le otorgaba ...
Con dos miradas miro dos paisajes aquí el fragor labrado surco a surco
Es cierto / si estás solo llegarás… al desparpajo contigo mismo / así no habrá obsecuencias ni iras sagr… que te expulsen de la sinceridad la soledad tiene sus pústulas y su…
Para que nunca haya malentendidos para que nada se interponga voy a explicarte lo que mi amor co… tus ojos que se caen de desconcier… y otras veces se alzan penetrantes…
Aquí empieza el descanso. En mi conciencia y en el almanaque junto a mi nombre y cargo en la pl… aquí empieza el descanso. Dos semanas.
Alguna vez en palma de mallorca hallé en el borne dos filas de árb… como las que hubo en un recodo del viejo parque urbano en la habana otra vez
Sólo cuando el ciclón / avergonzad… de su servil escándalo de agosto / se abandona en un último jadeo las ideas se tornan macilentas penitentes / resecas / agobiadas
Pensar que en un antes neblinoso y… tu adolescencia era cotidiana y notabas en las yemas de los dedo… las variables superficies de vida que ahora sentís a veces en las uñ…
Tras la cerrada ovación que puso término a la sesión plenaria del Congreso Internacional de Lingüística y Afines, la hermosa taquígrafa recogió sus lápices y papeles y se dirigió hacia ...
Poco a poco el rencor me va invadi… animaliza mi ánima lisa me presta garras iras maldiciones me sobresalta la paciencia boba me pule el odio como para buitres
A las diez de la mañana el Jefe de Redacción lo había llamado a su despacho y él captó de inmediato que el gesto era severo. Gilardi, voy a encargarle una nota importante, espero que no...
Siento que mi pueblo escucha cuando canto lo que siento. Ganapán del escarmiento, no me pongas la capucha. No vas a conseguir nada: