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Los gallos de Trinidad, de la tarde a la mañana, velan los viejos palacios, cuidadn la Torre de Iznaga. En la Popa y la Vigía
La garcita campesina polainas de tierra y alitas de harina. Pañuelo al viento se ve la garza.
Ocho mulitos tiene mi arria y todos suben por la montaña. Se ve salpicado el río
Torito camagüeyano y de la sabana rey, he venido de muy lejos queriéndote conocer. Debajo del algarrobo
Abril es un niño rubio que junta flores y pájaros; tiene los ojos azules y va vestido de blanco. Mayo es un niño aguador
De parte del aguacero que cubran con un paraguas al retoño del almendro. El coralillo rosado debe prestar atención:
Nene, vanos a dormir; no son horas de reír: duerme el viento, duerme el sol, duermen las gallinas
Caperucita Roja, juega conmigo: yo seré un día lunes y tú domingo. Juega conmigo:
En el río San Juan vive un pececito que aprende a nadar. Sobre el Yumirí —iris diminuto—
En la casa que recuerdo, en la casa, entre el naranjal y el cielo: plátano indio, plátano congo,
Do Re Mi Fa Sol, ya sube la araña. sol fa mi re do corriendo trabaja. Se mece,
La Sierra Maestra ¡tan alta, tan grande! ¡tan brava, tan bella! De roca para el tirano; para el patriota, de miel.
Volando sobre el Moncada un zunzuncito llegó; lo saludó con su vuelo, volando se despidió. A la sierra fue el zunzún,
Cua cua, cantaba la rana, cua cua, debajo del agua. Pasó una paloma:
Viajaré a la luna desde el campamento con su colorada pañoleta al cuello. Para complacerla