EL DECHADO
#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #JRJCanción 1936
Está el cielo tan bello, que parece la tierra. (Dan ganas de volver los pies y la cabeza.)
Contra el cielo inespresable, el álamo, ya amarillo, instala la alta belleza de su éstasis vespertino. La luz se recoje en él
¡Qué hermosa esta granada, Platero! Me la ha mandado Aguedilla, escogida de lo mejor de su arroyo de las Monjas. Ninguna fruta me hace pensar, como ésta, en la frescura del agua que la ...
Por fuera luz de plata, por dentro fuego rojo, como los cuerpos mundos del eterno tesoro.
Acabas de salir de tu alcoba... Y… está desarreglada, deshojada, marc… sobre una silla de oro, el corsé p… que llevabas la tarde de la última… En el sofá –¡oh recuerdos!– la mag…
Nada me importa vivir con tal de que tú suspires, (por tu imposible yo, tú por mi imposible) Nada me importa morir
Soy este que va a mi lado sin yo verlo; que, a veces, voy a ver, y que, a veces, olvido. El que calla, sereno, cuando hablo…
La media puesta de sol tiñe con su grana de oro mi otro medio corazón.
¡Qué hueco tan robado el de este vano cielo que nada al alma pone, ni nada quita al cuerpo!
De noche, el oro es plata. Plata muda el silencio de oro de mi alma.
Estoy triste, y mis ojos no lloran y no quiero los besos de nadie; mi mirada serena se pierde en el fondo callado del parque. ¿Para qué he de soñar en amores
Todos los días yo soy yo. Pero ¡qué pocos días soy yo! Todos los días el cielo vive en mis ojos. Mas ¿cuándo
El chamariz en el chopo —¿Y qué más? El chopo en el cielo azul —¿Y qué más? —El cielo azul en el agua
Subes de ti misma, como un surtidor de una fuente. No se sabe hasta donde
La perra de que te hablo, Platero, es la de Lobato, el tirador. Tú la conoces bien, porque la hemos encontrado muchas veces por el camino de los Llanos... ¿Te acuerdas? Aquella dorada y...