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En la torre amarilla, dobla una campana. Sobre el viento amarillo,
Viento del Sur, moreno, ardiente, llegas sobre mi carne, trayéndome semilla de brillantes
Cuando sale la luna se pierden las campanas y aparecen las sendas impenetrables. Cuando sale la luna,
Los laberintos que crea el tiempo, se desvanecen. (Sólo queda el desierto.)
El cielo nublado pone mis ojos blancos. Yo, para darles vida, les acerco una flor amarilla.
Flor de jazmín y toro degollado. Pavimento infinito. Mapa. Sala.… La niña finge un toro de jazmines y el toro es un sangriento crepúsc… Si el cielo fuera un niño pequeñit…
Entre mariposas negras va una muchacha morena junto a una blanca serpiente de niebla. Tierra de luz,
En la mañana verde, quería ser corazón. Corazón. Y en la tarde madura quería ser ruiseñor.
Este galapaguito no tiene mare; lo parió una gitana, lo echó a la calle. No tiene mare, sí;
Las piquetas de los gallos cavan buscando la aurora, cuando por el monte oscuro baja Soledad Montoya. Cobre amarillo, su carne,
Lámparas de cristal y espejos verdes. Sobre el tablado oscuro, la Parrala sostiene una conversación
Abejaruco. En tus árboles oscuros. Noche de cielo balbuciente y aire tartamudo. Tres borrachos eternizan
En lo alto de aquel monte hay un arbolillo verde. Pastor que vas, pastor que vienes. Olivares soñolientos
El corazón, Que tenía en la escuela Donde estuvo pintada La cartilla primera, ¿Está en ti,