Las traslúcidas manos del judío labran en la penumbra los cristale… y la tarde que muere es miedo y fr… (Las tardes a las tardes son igual… Las manos y el espacio de jacinto
En su grave rincón, los jugadores rigen las lentas piezas. El tabler… los demora hasta el alba en su sev… ámbito en que se odian dos colores… Adentro irradian mágicos rigores
Pensando, enredando sombras en la… Tú también estás lejos, ah más lej… Pensando, soltando pájaros, desvan… enterrando lámparas. Campanario de brumas, qué lejos, a…
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cr...
Todo es noche, noche oscura, Ya no veo la hermosura De la luna refuljente, Del astro resplandeciente Sólo siento su calor.
De las generaciones de las rosas que en el fondo del tiempo se han… quiero que una se salve del olvido… una sin marca o signo entre las co… que fueron. El destino me depara
En la infancia yo ejercí con fervor la adoración del tigre: no el tigre overo de los camalotes del Paraná y de la confusión amazónica, sino el tigre rayado, asiático, real, que sólo pue...
En Junín o en Tapalqué refieren la historia. Un chico desapareció después de un malón; se dijo que lo habían robado los indios. Sus padres lo buscaron inútilmente; al cabo de los años, ...
Ya somos el olvido que seremos. El polvo elemental que nos ignora y que fue el rojo Adán y que es ah… todos los hombres y los que seremo… Ya somos en la tumba las dos fecha…
Cuando tus manos salen, amor, hacia las mías, qué me traen volando? Por qué se detuvieron en mi boca, de pronto,
Cuando me miras mis ojos son llaves, el muro tiene secretos, mi temor palabras, poemas. Sólo tú haces de mi memoria
Iba y venía, delicado y fatal, cargado de infinita energía, del otro lado de los firmes barrotes y todos lo mirábamos. Era el tigre de esa mañana, en Palermo, y el tigre del Oriente y e...
Ni el pormenor simbólico de reemplazar un tres por un dos ni esa metáfora baldía que convoca un lapso que muere y o… ni el cumplimiento de un proceso a…
Del nicho helado en que los hombre… te bajaré a la tierra humilde y so… Que he de dormirme en ella los hom… y que hemos de soñar sobre la mism… Te acostaré en la tierra soleada c…
Quién les hubiera dicho que sus mayores vinieron por un mar, quién les hubiera dicho lo que son un mar y sus aguas. Mestizos de la sangre del hombre blanco, lo tuvieron en poco, mestizo...
Antes de entrar en el desierto los soldados bebieron largamente e… Hierocles derramó en la tierra el agua de su cántaro y dijo: Si hemos de entrar en el desierto,
Mi destino es la lengua castellana… El bronce de Francisco de Quevedo… Pero en la lenta noche caminada, Me exaltan otras músicas más íntim… Alguna me fue dada por la sangre—
Mirar el río hecho de tiempo y agu… y recordar que el tiempo es otro r… saber que nos perdemos como el río y que los rostros pasan como el ag… Sentir que la vigilia es otro sueñ…
En el centro de Europa están cons… El hecho data de 1291. Se trata de hombres de diversas es… Han tomado la extraña resolución d… Han resuelto olvidar sus diferenci…
Si quieres hacer feliz, a alguien que quieres mucho, dícelo hoy, sé muy bueno ... en vida, hermano, en vida. Si deseas dar una flor
Al volver de distante ribera con el alma enlutada y sombría, afanoso busqué mi bandera ¡y otra he visto además de la mía! ¿Dónde está mi bandera cubana,
Tras los fuertes barrotes la pante… Repetirá el monótono camino Que es (pero no lo sabe) su destin… De negra joya, aciaga y prisionera… Son miles las que pasan y son mile…
El seis de febrero de 1829, los montoneros que, hostigados ya por Lavalle, marchaban desde el Sur para incorporarse a las divisiones de López, hicieron alto en una estancia cuy...
En mi cara redondita tengo ojos y nariz, y también una boquita para hablar y para reír. Con mis ojos veo todo,
Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, p...
Está bien que se mida con la dura sombra que una columna en el estío arroja o con el agua de aquel río en que Heráclito vio nuestra locur… El tiempo, ya que al tiempo y al d…
Yo soy aquel que ayer no más decía el verso azul y la canción profana… en cuya noche un ruiseñor había que era alondra de luz por la maña… El dueño fui de mi jardín de sueño…
No será menos un enigma esta hoja que la de Mis libros sagrados ni aquellas otras que repiten las bocas ignorantes, creyéndolas de un hombre, no espej…
En esta tarde, Cristo del Calvari… vine a rogarte por mi carne enferm… pero, al verte, mis ojos van y vie… de tu cuerpo a mi cuerpo con vergü… ¿Cómo quejarme de mis pies cansado…
Yo soy un río, voy bajando por las piedras anchas, voy bajando por las rocas duras,