Del poeta Manuel Romero Márquez a Francisco Machado Su reinvindicación como poeta Tiene tres entradas aquella glorieta con tres bancos curvos en su plazoleta y unas librerías que esperan sus obras porque están vacías. La modesta fuente vierte su cristal sobre una gran taza nada original. Pero el agua clara mana todo el día como meridiana luz de poesía. Una placa oscura, que no tuvo historia hónrase a sí misma, dice: "A la memoria..." fueron tres maestros, tres glorias, tres hados y si ese recuerdo fue sólo por dos quizás más de uno esté equivocado: Fueron tres poetas Hermanos Machado. Lo ha dicho "su fuente" al besarla yo. (De su libro Versos de la vida, del amor y de la muerte. Sevilla, 1983) Francisco Machado fue el menor de los cinco hermanos Machado Ruiz., y como los dos mayores, Manuel y Antonio, también fue poeta. Poeta y escritor, pues varios fueron los campos literarios y periodísticos que cultivó con asiduidad.. Su obra, aparentemente escasa, no lo es en realidad. Una gran parte no llegó nunca a divulgarse, permaneciendo inédita, otra, dispersa en varias revistas y diarios, quedó olvidada con el paso de los años – solo algún que otro poema se recuerda de vez en cuando-, y el único libro que publicó,Leyendas Toledanas,que alcanzaría una segunda edición, es difícil encontrarlo. Varios son los poemas que se publicaron en revistas y diarios de su época, y varios los artículos de diverso contenido. Destacamos los de índole jurídica, generalmente relacionados con el Derecho Penal y la Criminología. Aunque ya están casi olvidadas fue bastante amplio su repertorio de canciones, todavía registradas en la SGAE figurando él como autor de las letras – algunas alcanzaron gran popularidad -. Finalmente queda su obra inédita, cuyos manuscritos se conservan. Esperamos que vean la luz en un día próximo, y si no se consigue en el formato tradicional de libro papel tal vez sí en formato de libro digital. Entre estas últimas obras se encuentra un volumen de poesías titulado “Ráfagas de inquietud”que, además de contener aquellos poemas que publicó en revistas y diarios, contiene muchas totalmente inéditas. Varios trabajos sobre temas jurídicos , criminología y sociología, otros de temas costumbristas, estampas de la época. Colaboraciones teatrales, y una importante colección de guiones cinematográficos – algunos de ellos basados en las leyendas toledanas que versificadas publicó -. A continuación reproducimos dos de sus poemas más conocidos: “El reloj de la cárcel” y “A Concepción Arenal”. Y en reconocimiento a Don Daniel Pineda Novo y a Don Enrique Sánchez Lubián por sus libros sobre Francisco Machado Ruiz, citamos y transcribimos sus palabras impresas sobre estos versos: EL RELOJ DE LA CÁRCEL Daniel Pineda Novo, “El otro Machado”. Guadalquivir Ediciones, Sevilla 2006. “y en versos heptasílabos y dos endecasílabos, el poeta concibe esta composición, que acusa la marcada influencia de la poesía de su hermano Antonio … En la desierta plaza, cubierta de una luz redonda, destaca el erecto reloj de la Cárcel, “con su campana vieja” ….Suenan las horas lentas, y sus tañidos lo llenan todo de una honda pena que penetra, que inunda hasta el corazón de los pobres reclusos… Quimeras, lúgubres sonidos, la armonía lenta, el eco ronco de un azadón en tierra… Palabras, frases, hondamente machadianas, con influencias de Bécquer… Bécquer y Antonio Machado se unen en este poema,,, Simbolismo y romanticismo; en verdad, Antonio Machado fue un romántico tardío, lo que asimiló su hermano Francisco”, “Francisco Machado utiliza en el poema una retórica muy de su tiempo; ese lastre de postromanticismo, que también utilizó su hermano, aunque lo más noble del poema es que el autor se desborda en humanidad con los afligidos, con los que sufren en la Carcel, “donde el pobre recluso/pasa su vida muerta…”, “emplea los procedimientos del auténtico romanticismo: muerte, silencio, sombras, tristezas, quimeras de las ciudades muertas, destacando la imagen exacta – visual y auditiva – del reloj. Imagen que inicia el poema y lo cierra…”. ***************** Mi madre, Leonor Machado Martínez, hija de Francisco Machado, me dice con total seguridad que este poema fue escrito en León en el año 1930, ciudad en la que en esas fechas estaba destinado su padre como director de la Prisión Provincial. Recuerda que la cárcel tenía la puerta principal en una plaza no muy grande y que encima de aquella un reloj sonaba al marcar las horas, “era el reloj de la cárcel”. Referencias http://www.facebook.com/note.php?note_id=115223535195123
Escribo desde pequeña, me encanta hacer volar mi imaginación y dejar que mis dedos redacten lo que siento , vivo los momentos con la pasión de que mañana ya no estuviera.. revivo emociones al sentirme parte de un libro o de un poema no importando el autor , felizmente casada vivo una etapa nueva y excitante donde el amor me seduce a escribir .. y la libertad de sus letras me induce a mostrar mis escritos.. todos somos libres de amar a nuestra manera ..
Tras estas letras se refugia un chico de 31 años, un chico cualquiera. Un privilegiado de haber nacido en una familia que siempre le dio mucho amor y que es el pilar de lo que es. No fui un estudiante brillante y perdí el tiempo muchísimas veces, pero, sin duda, ese tiempo perdido me sirvió para llegar a donde estoy. Siempre me gustó emprender, he probado miles de cosas, algunas con éxito y otras con fracaso total, pero así es la vida. Escribir me servía para desahogarme. Soy de esas personas que se guardan las cosas para sí, por eso encontré en la escritura una forma de entenderme, de expresar todo lo que siento con total naturalidad. Es una forma de alivio. Sin propósito alguno de que lo escrito viese la luz, un día entendí que estas historias no se diferencian de las de cualquier otra persona, por lo que, de una forma u otra, quise compartir estas palabras, por si a alguien le pudiesen servir. Cuando estamos mal, cuando pasamos por una etapa delicada, unas de las mejores curas para esos momentos es la de sentirse escuchado, sentirse entendido, comprobar que no eres la única persona a la que le pasan esas cosas.
Amar la vida supone estar en la vida. Desde ese ángulo y cada vez con más consciencia, he crecido. Madrileña de pura cepa, las decisiones me llevan a Cádiz donde me debato entre esta tierra y la mía, absorbiendo naturaleza y urbe: maravillosa combinación. Mi formación humanista y científica, en el área de la salud emocional me aportan una riqueza enorme a la hora de seguir intentando entender la vida, a las personas, a mí misma. No me gusta presumir de nada... pero soy muy trabajadora y esto ha hecho que estudie un doctorado, investigue y sea docente universitaria, además de dirigir un Centro de Psicología desde hace 29 años. Amante de la música y el arte en general, de la filosofía, de la naturaleza, de los amigos y de las personas sanas. Creo en la familia (independientemente de cómo se conforme) porque en realidad considero con seguridad que el amor es la mejor medicina para este mundo. Mi pasión, ESCRIBIR.