#EscritoresAndaluces #EscritoresEspañoles #Generación27
Carcelera, toma la llave que salga el preso a la calle. Que vean sus ojos los campos y tras los campos, los mares, el sol, la luna y el aire.
Mi corbata, mis guantes, Mis guantes, mi corbata. La mariposa ignora la muerte de lo… la derrota del mar por los escapar… Mi edad, señores, 900.000 años. ¡…
A ti, nocturno, por la luz herido, luz por la sombra herida de repent… arrebatado, oscuro combatiente, claro ofensor de súbito ofendido. A ti, acosado, envuelto, interrump…
Hubo luz que trajo por hueso una almendra amarga. Voz que por sonido, el fleco de la lluvia, cortado por un hacha.
Perdido está el andaluz del otro lado del río. —Río, tú que lo conoces: ¿quién es y por qué se vino? Vería los olivares
En un verso de ocho sílabas ¿qué no cabrá, si es una y tan sólo en ella cabe el mar? Ocho sílabas son muchas
Te invito, sombra, al aire. Sombra de veinte siglos, a la verdad del aire, del aire, aire, aire. Sombra que nunca sales
A embestidas suaves y rosas, la ma… Sueño equivocado, Ángel sin salida… Al lindero de mi alma, que recuerd… indecisa, dudó, inmóvil: ¿Vertida estrella, Confusa luz en…
Mar, aunque soy hijo tuyo, quiero decirte: “!Hija mía! Y llamarte, al arrullarte: Marecita —madrecita—,!marecita de mi sangre…
Siempre es todo ojos. No te quita los ojos. Se come las palabras con los ojos. Es el siete ojos. Es el cien mil ojos en dos ojos.
¡Quiero retratarme, quiero, con mi traje de lancero, con mi casco y su plumero, y quiero ser el primero! Quietecito, quietecito
Gimiendo por ver el mar, un marinerito en tierra iza al aire este lamento: ¡Ay mi blusa marinera! Siempre me la inflaba el viento
Madre, vísteme a la usanza de las tierras marineras: El pantalón de campana, la blusa azul ultramar y la cinta milagrera.
De lona y níquel, peces de las nub… bajan al mar periódicos y cartas. (Los carteros no creen en las sire… ni en el vals de las olas, sí en l… Y aún hay calvas marchitas a la lu…
Para que yo anduviera entre los nu… y las viviendas óseas de los gusan… Para que yo escuchara los crujidos… y mordiera la luz petrificada de l… al oeste de mi sueño levantaste tu…