Te conocí de niño allá en el campo aquel de Córdoba… jugando entre los álamos y los mai… las vacas de las viejas quintas, l… No te vi más hasta que supe un día

Marinerito delgado, Luis Gonzaga de la mar, ¡qué fresco era tu pescado, acabado de pescar! Te fuiste, marinerito,

De sombra, sol y muerte, volandera grana zumbando, el ruedo gira heri… por un clarín de sangre azul torer… Abanicos de aplausos, en bandadas, descienden, giradores, del tendido…

Cuando tanto se sufre sin sueño y… se escucha que transita solamente… que en los tuétanos tiembla despab… y en las médulas arde continua la… las palabras entonces no sirven: s…

Sobre tu nave —un plinto verde de… de moluscos, de conchas, de esmera… capitán de los vientos y de las go… fuiste condecorado por un golpe de… Por ti los litorales de frentes se…

Creemos el hombre nuevo cantando. El hombre nuevo de España, cantando. El hombre nuevo del mundo,

¡Nunca! No lo diré. Más si lo dig… no culpéis a mi lengua, sí al torm… que irresponsabiliza al pensamient… que descuaja al dolor el enemigo. Si un silencio de muerte irá conmi…

«Javier inició el paso. De su tiendecilla de pino cogió un racimo de uvas de la cena y, comiéndoselo, siguió andando entre los troncos. El bosque se había llenado de gente: refugiados d...

Porque al fin te perdieron fuegos… y humos lentos velaron velaron el castillo, nívea cárcel. donde la rosa olvida sus fantasmas… mi corazón, sin voz, ni batallones…

!A los islotes del cielo! Prepara la barca, niña. Yo seré tu batelero. ¿Marzo? ¿Abril?

Oh tú, mi amor, la de subidos seno… en punta de rubíes levantados, los más firmes, pulidos, deseados, llenos de luz y de penumbras lleno… Hermosos, dulces, mágicos, serenos

«—Sería de aquí, de Toledo, de una de estas calles quebradas, de estas grietas profundas por donde un hombre con los brazos en cruz no cabría; de uno de estos enjutos pasillos, hechos m...

¡Traje mío, traje mío, nunca te podré vestir, que al mar no me dejan ir! ¡Nunca me verás, ciudad, con mi traje marinero;

«Yo he visto Panamá desde las nub… como albos continentes sin viajero… de norte a sur, y comprobando el I… sobre una larga zona de uniformes: la flor del mar Pacífico, entrevis…

«XI. Desde la ventana de nuestro cuarto, en el hotel Novo Moskovskaia, miro su capital, Moscú, partida por el río Moscova, casi helado, arrastrando grandes manchas de grasa de las fábri...