#Andaluces #Españoles #Generación27 #PremioNobel #SigloXX
La cabra te va a traer un cabritillo de nieve para que juegues con él. Si te chupas el dedito, no te traerá la cabra
«Cuando desembarqué en Buenos Aires, no sé si ya lo conté, lo hice después de presenciar lo que se llamó luego la batalla de Punta del Este, entre la flota británica y el Graff Spee, un...
Lloraba recio, golpeando, oscuro, las humanas paredes sin salida. Para marcarlo de una sacudida, Lo esperaba la luz fuera del muro. Grito en la entraña que lo hincó,…
Inmóviles, clavadas, mudas mujeres… y hombres sin voz, lentos, de las… quieren, quisieran, querrían pregu… —¿Cómo tú por aquí y en otra parte… Querrían hombres, mujeres, mudos,…
Hoy las nubes me trajeron, volando, el mapa de España. ¡Qué pequeño sobre el río, y qué grande sobre el pasto la sombra que proyectaba!
¡Ja, ja, ja! Qué gracioso está mi corazón vestido de smoking rojo ¡je, je, je!
No, no te conocieron las almas conocidas. Sí la mía. ¿Quién eres tú, dinos, que no te r… ni de la tierra ni del cielo?
Siempre andar de bajada o de subid… entrar, salir y entrar… ir al merc… ¿A cómo están los huevos? ¿Y el p… Se va en comer y en descomer la vi… Ir a los templos, ya la fe perdida…
Príapo: ...Despierta, sí, cerrada caverna de coral. Voy por tus breñ… cabeceante, ciego, perseguido. Ábrete a mi llamada,
Fue cuando la flor del vino se mor… y dijeron que el mar la salvaría d… Aquel día bajé a tientas a tu alma… y comprobé que un alma oculta frío… y que más de una ventana puede abr…
Nadie sabe Geografía mejor que la hermana mía. —La anguila azul del canal enlaza las dos bahías. —Dime:¿dónde está el volcán
La que ayer fue mi querida va sola entre los cantuesos. Tras ella, una mariposa y un saltamonte guerrero. Tres veredas:
Ese ángel, ése que niega el limbo de su fotog… y hace pájaro muerto su mano. Ese ángel que terne que le pidan l…
De sombra, sol y muerte, volandera grana zumbando, el ruedo gira heri… por un clarín de sangre azul torer… Abanicos de aplausos, en bandadas, descienden, giradores, del tendido…
De pronto, en Roma no hay nadie: no hay ni perro que me muerda, no hay ni gato que me arañe, no hay ni puerta que se abra, no hay ni balcón que me llame,