Cuánto tuyo no se desenvuelve como… País al que regreso cada vez que m… Sello, fasto, bóveda de los cofres… Nunca me has negado tu leche de vi… Mi reflujo, mi fuente secreta, mi…

Me muevo. Uno, dos, tres pasos. Nadie puede negar que avancé un poco. Se pueden ver mis huellas en el suelo, pero amanezco en el mismo sitio. ¿No me desplacé? Es cierto —verifico las ma...

Vengo de un reino extraño, vengo de una isla iluminada, vengo de los ojos de una mujer. Desciendo por el día pesadamente. Música perdida me acompaña.

No me lavaste, no me reuniste, no me limpiaste del escrúpulo, no me quitaste el estigma, no me recibiste en tu templo.

¿En la confusión, tu rostro estará en el lado opuesto también, poniéndole el sello al naufragio, con el gran vendedor?

Me fustigo. Me abro la carne. Me exhibo sobre un escenario. Allí no ofrezco el número decisivo… Devorarme ¡mi gran milicia!, pero…

Tú apareces, tú te desnudas, tú entras en la luz, tú despiertas los colores, tú coronas las aguas,

Rosa de claras risas que golpea siempre un mismo jirón de luz y a un blanco río de trópico que duerme

Rutas nunca tomadas, sitios que ap… Insostenibles lugares. Frutos mandados a detener. Prenda… Se ofuscan.

Ella, la insojuzgable, no pudo det… teas, látigos. Desde hace meses es… el que buscan. Pero ellas conocen… me he movido.

Lenguaje emanado puntual fehaciente, no el engaño