(1933)
#Andaluces #Españoles #Granadinos
Si este ungüentario de cristal rom… que veinte siglos irisaron, donde la transparencia envejecida apenas deja ya ver el soplo que le diera forma de lágrima y que aún se esco…
El miedo, no. Tal vez, alta calin… la posibilidad del miedo, el muro que puede derrumbarse, porque es c… que detrás está el mar. El miedo, no. El miedo tiene rost…
Aquí estaba, sentada en la recacha, así de así, encogid… acurrucada al sol la abuela. Esto era amor. Aquello.
Lindo con tu silencio, en la hora… en que todo está dicho. Palpo cieg… tu encontrado silencio. Parto y ll… de silencio a silencio, día a día. Cierto estoy de que cierto no podr…
La certidumbre llega como un deslu… Se existe por instantes de luz. O… Lo demás son las horas, los telone… el gris para el contraste. Lo demá… Es un momento. El cuerpo se desha…
Me decías que no. Por tu mirada pasaban barcos lentamente. Había gaviotas en tus ojos, en tus bland… oscuros ojos grandes, donde iba cayendo la amargura
En mis manos tu barro, te moldeo con ternura. Mi soplo y mi caricia dieron ser a la curva que te inici… Si carne te pensé, viento te veo. Vaciada ya tu forma, me recreo,
“Aquí pongo la mano. Voy poniendo la mano aquí, y aquí, sobre los do… sobre un árbol, sobre una cordille… Pongo la mano sobre el hombre. Po… sobre la piel humana, o la injusti…
Se fue, no tan despacio que no hub… un desajuste tenue en la calima del asfalto, y su falda parecía más triste en el andar y h… como una duda, o tal vez no, y la…
De nuevo te esperé en el desconsue… de la esquina. Por el bullicio osc… iban, venían rojos autobuses, acharolados taxis que, ocupados, se detenían un segundo antes
Anclado en mi tristeza de profeta sé cuánto ha de valer lo que hoy r… cuánto valdrá después esto que viv… sujeto a este después que me sujet… Mi plenitud en ti quedó incompleta
No es la esperanza, no. Sólo es l… lo que fijo me tiene a tu querenc… tu palpable regreso a mí, evidenci… una ignorada ansia pasajera. Si mucho es esperarte, aún más fue…
Tu voz. Sólo tu tibia y sinuosa voz de lec… Sólo un aliento gutural, silbante, modulado entre carne, tiernamente modulado entre almohadas
Ella vendrá, saladamente húmeda, tenuemente velada por el polvo de agua que liberan las olas al romper. Uno por uno, intento
Vengo de no saber de dónde vengo para decir amor, sencillamente. Para pensar amor, sobre la frente sostengo, qué sé yo lo que sosteng… Para no detener lo que detengo